El inicio de la aventura de Magallanes y Elcano que cambió la Historia

El inicio de la aventura de Magallanes y Elcano que cambió la Historia

El gallardete ondea en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Se izó el pasado 2 de febrero, en presencia de los reyes Felipe VI y Juan Carlos I, en el isleño Arsenal de La Carraca, unos días antes de que el barco partiese de su casa, Cádiz, a realizar el 90 crucero de instrucción. En blanco, sobre el fondo rojo, el número ‘500’. Los años que hace que el navegante guipuzcoano del que este bergantín-goleta lleva el nombre completase un viaje que marcó un antes y un después en la Historia de todo el mundo.

Cinco naves y 265 hombres se hicieron a la mar en Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519, puerto al que llegaron tres años más tarde, el 6 de septiembre de 1522, tan solo 18 almas a bordo de la nao ‘Victoria’, tras haber completado la primera circunnavegación. Al frente de ellos, Juan Sebastián de Elcano, que tomó el relevo del comandante de la expedición, Fernando de Magallanes, fallecido durante la misma en las Islas Filipinas, en 1521.

Cinco barcos hacia el Mar del Sur

Pero esta aventura comenzó antes. Concretamente el 22 de marzo de 1518, cuando el rey Carlos I firmó con el navegante portugués las capitulaciones de Valladolid, por las que el monarca ponía a su disposición una armada de cinco barcos para buscar un paso por mar hacia el recién descubierto Mar del Sur (actual océano Pacífico). El objetivo era encontrar una nueva ruta a las islas de la Especiería navegando hacia el oeste. Además, Magallanes consiguió que se le otorgase el título de capitán de esta armada, así como los de gobernador y adelantado, es decir, ser la persona a la que se confiaba el mando de una expedición marítima, concediéndole de antemano el gobierno de las tierras que se descubrieran.

El argumento dado por Magallanes a Carlos I para contar con su aval en esta ambiciosa empresa fue que, según la división del Tratado de Tordesillas, las islas de la Especiería se encontraban en la parte correspondiente a España y no a Portugal, y, por lo tanto, el monopolio de las especias, muy valiosas en el siglo XVI, debía corresponder al Reino de España.

Primus circumdedisti me

“Primus circumdedisti me”, se puede leer en una placa a popa del alcázar del Juan Sebastián de Elcano, junto a su escudo. “El primero que me dio la vuelta”. Porque del marino de Guetaria fue la idea de no volver por el mismo sitio que habían ido con Magallanes, una decisión que configuró el mundo tal y como lo conocemos y que hizo posible la primera circunnavegación de la Tierra.
En Valladolid, a 8.000 kilómetros de distancia del buque escuela que lleva esta hazaña con orgullo y que el próximo domingo llegará a la ciudad brasileña de Río de Janeiro, se ha celebrado desde el pasado 20 de marzo hasta este jueves 22 el congreso que, precisamente, lleva este título, “Primus circumdedisti me. Claves de la primera globalización”. Han sido Sus Majestades los Reyes, Felipe VI y Letizia, los encargados de clausurar un encuentro dirigido por el profesor Carlos Martínez Shaw, que ha contado con la presencia de 239 historiadores y expertos de reconocido prestigio sobre la navegación en el siglo XVI, el descubrimiento del paso al Océano Pacífico y los avances en la exploración y el comercio, procedentes de 21 países así como los agregados de Defensa en España de Argentina, Chile, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Portugal, Reino Unido y Uruguay.

“Por primera vez”, ha señalado Felipe VI refiriéndose a la gesta completada por Elcano, “seres humanos de diferentes continentes, culturas, razas y civilizaciones de todo el Planeta conectaron y se comunicaron a través del hilo conductor de una sola y singular actuación: la expedición marítima que encontró el paso navegable del Atlántico al Pacífico”. Un hecho histórico al que Su Majestad ha definido como “la mayor epopeya de la historia de la navegación mundial a lo largo de todos los siglos, epopeya que ya nunca se podrá repetir ni superar. Un orgullo de nuestra tradición marina y de nuestra Armada Española”.

Porque, como ha subrayado la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, durante el acto, las Fuerzas Armadas actuales son herederas de “esa ambición y ese carácter expedicionario”, pero también de la “humildad y generosidad” que representan al conjunto del pueblo español. Un pueblo al que el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, su dotación y los guardiamarinas, representan allá donde van, esforzándose siempre por mostrar la mejor imagen de la Marca España.

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