SEGURIDAD
Una fuerza internacional para blindar la frontera
La Policía Nacional coordina la Operación Minerva, en la que participan 17 países, para evitar la inmigración ilegal y luchar contra la amenaza terrorista
Frontera sur de Europa y puerta de entrada al viejo continente, eso es España y, más en concreto, Cádiz, en cuyos puertos de Tarifa y Algeciras tiene lugar durante los meses de verano el segundo mayor flujo migratorio del mundo , solo superado por la frontera entre Estados Unidos y México.
Para controlar la entrada de personas en Algeciras, Tarifa y Ceuta se desarrolla desde el 15 de julio y hasta mediados de septiembre, coincidiendo con la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Operación Minerva’17 .
Liderada por la Policía Nacional y coordinada por FRONTEX, la Agencia Europea de Fronteras Exteriores, la operación ‘JO EPN-Minerva 2017’ tiene como objetivo principal realizar inspecciones en frontera en los puestos marítimos de Algeciras y Tarifa y en el puerto de Ceuta. De este modo, los agentes detectan cruces irregulares de viajeros, a la vez que luchan contra la delincuencia y la amenaza terrorista .
Es considerada por FRONTEX como una operación «altamente eficaz, ya que permite la inspección de un elevado número de pasajeros, vehículos y pertenencias» y se realiza desde hace más de una década durante la fase de retorno de la Operación Paso del Estrecho , como refuerzo de ésta.
Las cifras demuestran su eficacia. En 2016 en el marco de la Operación Minerva se realizaron 1.599.055 inspecciones fronterizas de viajeros y 385.154 de vehículos, en las que se detectaron 245 infracciones administrativas, 60 casos de falsa documentación, 35 de tráfico de drogas, 10 de tráfico de personas y 17 vehículos robados. Asimismo, se denegó la entrada a 175 personas, 117 intentaron evadir el control documental y 58 el fronterizo. Y en 2017 se espera que Minerva se salde con unos resultados parecidos.
Equipos multinacionales
Este año, además de agentes de la Policía Nacional, participan miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de 14 estados de la Unión Europea , Alemania, Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Holanda, Polonia, Letonia, Lituania, Rumanía, República Checa, Suiza, Suecia y Noruega; así como de dos terceros países invitados , Georgia y Ucrania. Coordinados por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional.
En total, unos 60 agentes de otros países y 30 nacionales (la misma cantidad aproximadamente que en 2016). Todos ellos especialistas en extranjería, que participan en la Operación Minerva de forma voluntaria y se dividen en grupos dentro de la misma, siendo los efectivos españoles los que realizan la coordinación.
De este modo, hay agentes encargados del control de viajeros en la frontera, guías caninos y de la brigada móvil (o policía en el transporte que, en este caso, viajan en los barcos que cruzan el Estrecho, realizando labores de control y prevención de delitos).
Olfato canino
Mientras este grupo de agentes pide la documentación e inspecciona los vehículos, el policía Juan Carlos Cámara y su perra Thais revisan el autobús que acaba de llegar y, unos metros más atrás, un agente noruego y su compañero canino hacen lo propio con un camión.
En la Operación Minerva’17 participan guías caninos de Portugal, Suiza, Noruega y República Checa, además de los españoles. Al frente de todos ellos se encuentra el inspector Vicente que viene de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana de Madrid, al igual que los seis agentes y los nueve perros de Policía Nacional (cinco de detección de personas y cuatro de explosivos), que forman parte de la operación.
Tanto el autobús como el camión ‘están limpios’, así que los agentes piden permiso al conductor del camión para realizar una prueba. Sin que Thais se dé cuenta, un agente portugués se esconde en los bajos del vehículo. «¡Busca, chica!», le indica Juan Carlos a su binomio, que no tarda ni 30 segundos en encontrar al policía escondido. «Lo hacemos de vez en cuando, si ha realizado varios registros sin localizar nada, para darle salida, que tenga una recompensa y esté motivada», explica el agente Cámara.
Thais en una pastor belga malinois, como la mayoría de los perros que se utilizan para inspección de vehículos, en detrimento de los pastores alemanes, ya que los primeros «son más pequeños y tienen una vida de, al menos un año más que los pastores alemanes que, además, daban problemas de displasia de cadera», cuenta el inspector Vicente.
Los perros se utilizan para inspeccionar, sobre todo, grandes vehículos, realizando especial hincapié en los bajos de los camiones y el equipaje de los autobuses, lugares en los que se suelen esconder los inmigrantes que quieren cruzar a Europa de forma irregular. Aunque también se han encontrado personas en los huecos de los airbags de los automóviles e incluso debajo de las faldas de las mujeres.
Solo durante la segunda quincena del mes de julio los guías caninos de la Operación Minerva han detectado a ocho personas que intentaban entrar en España escondidos en vehículos. «Principalmente realizamos una labor disuasoria», afirma el inspector Vicente. Es su tercera vez en la Operación Minerva y le llama la atención, al igual que al resto de sus compañeros veteranos, que la mayoría de los coches que pasan por el control fronterizo son autos de alta gama, algo que no ocurría hace años.
El buen ambiente entre los efectivos de los diferentes países es más que notable. Para la mayoría de ellos no es su primera vez participando en una misión de Frontex y viven esta oportunidad laboral como muy enriquecedora. «En mi opinión, lo mejor de la operación son las experiencias con los compañeros de otros países», dice el agente Albares, «pasamos juntos nuestro día a día y el aprendizaje es mutuo. Las fronteras son cambiantes, aquí aunamos conocimientos y, además, nos hacemos buenos amigos».
«Es increíble cómo en dos o tres días un equipo de cinco personas de diferentes países se pueden compenetrar tan bien», afirma el inspector Juan Castillo, responsable de la Operación Minerva’17.
Coordinación con OPE
El inspector Castillo tiene a su cargo al aproximadamente centenar de efectivos que compone esta operación de control de fronteras que se solapa con la Operación Paso del Estrecho (en esta última participan 190 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil). La comunicación entre los responsables de la OPE y el jefe de Minerva es constante. «En Algeciras se concentra aproximadamente el 50% de todo el paso de personas de la Operación Paso del Estrecho», destaca el inspector Castillo. Es decir, alrededor de 1.500.000 personas y 300.000 vehículos pasarán por vía marítima de la Península Ibérica a África desde este puerto gaditano y viceversa. Asimismo, por el puerto de Tarifa cruzarán hasta mediados de septiembre unos 750.000 viajeros y 150.000 vehículos.
En julio se han detectado ocho personas escondidas en vehículos que intentaban entrar en EspañaPara este jefe de grupo de la Policía Nacional destinado en Elche, es su primer año al frente de la Operación Minerva, experiencia que califica como «muy gratificante», ya que le «sirve tanto a nivel profesional como personal». «Es una experiencia única que hay que vivir», afirma sonriente el inspector Castillo, «aquí ves cosas que de otro modo no podrías ver».
Desde el puerto de Algeciras coordina toda la operación, que también tiene lugar en los de Tarifa y Ceuta. Aquí mantiene reuniones periódicas con el personal de Frontex y efectivos de inteligencia de la propia Policía Nacional. Y además coordina con Protección Civil, Cruz Roja y Guardia Civil. Este último Instituto Armado participa en la Operación Minerva con 11 agentes.
El inspector Castillo lo tiene claro, «las personas que tratan de alcanzar Europa son víctimas, no delincuentes. Debemos erradicar las mafias de tráfico de seres humanos, que se lucran con las desgracia de la gente», sentencia. Además, subraya el incremento de documentos falsos detectados en estos días, «hemos detectado a facilitadores, personas que entregan pasaportes falsificados a la gente que quiere cruzar».
La responsabilidad es máxima y más teniendo en cuenta que ésta es la puerta de Europa, una Europa que vive bajo el temor de sufrir un nuevo ataque terrorista. Por ello, se ha reforzado la plantilla de Algeciras, por ejemplo, con cuatro perros detectores de explosivos, que actúan en caso de que los agentes tengan alguna sospecha al respecto. Y también los registros de equipaje, a lo que los viajeros no suelen negarse, al contrario, «hay más colaboración de la gente», puntualiza al respecto el policía Albares. Un equipo multinacional que permanecerá vigilante asegurando nuestras fronteras.