PLAN REINDUS
Declaran en los juzgados de Cádiz los cerebros de la trama Bahía Competitiva
El empresario gallego Dávila Ouviña, principal implicado en el fraude de las ayudas públicas, explica cómo logró las subvenciones
Los principales cerebros de la trama 'Bahía Competitiva' declaran desde primera hora de la mañana ante la titular del juzgado de Instrucción Número 4 de Cádiz, Lourdes del Río, que trata de arrojar luz al fraude millonario en ayudas públicas detectado en Cádiz en la primavera de 2011 . El primero en entrar en los juzgados de San José ha sido el supuesto muñidor de la red y especialista en cazar subvenciones, el empresario gallego Alejandro Dávila Ouviña , que logró ayudas del Ministerio de Industria por más de 14 millones de euros entre los años 2009 y 2010 para empresas que nunca montó en la Bahía de Cádiz. Ouviña fue detenido en la localidad coruñesa de A Proba en noviembre de 2011, donde prestó declaración en su momento ante la Policía. El empresario ingresó en prisión y quedó en libertad cinco meses después tras pagar una fienza.
También declara en el juzgado gaditano el notario madrileño Juan Díaz, que dio el visto bueno a las operaciones mercantiles mediante las cuales se enmascaró el desvío ilícito de dinero . En su despacho se habrían firmado operaciones fraudulentas de ampliación de capital y transmisiones por importe superior a 20 millones de euros. Según consta en las actuaciones, el fraude se articuló a través de una estructura compleja de ingeniería financiera. Las empresas que solicitaban las ayudas públicas eran vendidas a sociedades con sede en Luxemburgo que, semanas después, solicitaban ampliaciones de capital. De tal manera que los especialistas en blanqueo de la Policía Nacional se encontraron con un entramado societario de centenares de empresas, erradicadas en paraísos fiscales y donde ha sido imposible , confiesan las mismas fuentes de la investigación, encontrar el rastro de parte de los fondos defraudados.
En total serán once personas vinculadas a la trama 'Bahía Competitiva' las que pasen por el juzgado estos días . El cason se encuentra en su última fase de instrucción tras seis años de investigaciones. De momento, el dinero defraudado no ha aparecido.
El 'Caso Bahía Competitiva' estalló en la primavera de 2011 y llegó a los juzgados a finales de ese año tras exigir el Ministerio de Industria un justificante y denunciar la Junta un presunto fraude. El 3 de noviembre de 2011 agentes de la UDYCO detuvieron en la localidad de A Pobra, en la costa coruñesa, a Dávila Ouviña. En verano de ese año, el BOE hizo pública la resolución del Ministerio de Industria por la cual se ordenaba el reintegro de 14,5 millones de euros concedidos a tres empresas en el marco del Plan Reindus para la creación de actividad empresarial y empleo en la Bahía de Cádiz.
Las tres sociedades que solicitaron ese paquete de ayudas públicas venían del brazo de Ouviña, que no tuvo éxito con la administración gallega y que, sin embargo, logró convencer a los responsables de canalizar esas subvenciones en Cádiz. Le otorgaron ese dinero en las convocatorias de 2009 y 2010 y también para que once empresas suyas volvieran a probar suerte al año siguiente . Todo apunta a que Ouviña era el conseguidor de las ayudas fraudulentas y detrás de él actuaba una red para colocar el dinero fuera del control del fisco.
La justicia trata de averiguar también si en esa trastienda de corrupción hubo connivencia por parte de altos cargos, políticos y funcionarios, de la Diputación de Cádiz, entidad encargada de puntuar los proyectos que aspiraban a las subvenciones, y de la Junta de Andalucía, responsable también de controlar las ayudas estatales. En estos seis años de instrucción del caso la justicia ha citado como investigados a más de 14 personas y a otras tantas como testigos.
Cabe recordar que este fraude se cometió cuando la provincia de Cádiz y en especial la Bahía se encontraba sacudida por el terremoto laboral que provocó el cierre de Delphi . Ante ello, el Gobierno cenral y la Junta pusieron en marcha planes especiales para reindustrialzar la zona y recuperar así su tejido laboral. Las inversiones se anunciaron a golpe de ayudas y subvenciones públicas.
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