TURISMO

Seis escapadas por la Sierra de Cádiz de manual y para este otoño

La provincia esconde a tiro de piedra de la capital o de municipios sevillanos vecinos grandes experiencias para el viajero amante de la naturaleza y de lo auténtico

M. MORALES

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CADIZTURISMO

La Sierra de Cádiz, el paraíso cercano

La Sierra de Cádiz, que entró tarde y a paso lento en la oferta de turismo rural de Andalucía, está dando grandes zancadas en los últimos años. Sus propuestas culturales y gastronómicas son auténticas experiencias, en un entorno natural que sorprende al forastero por su verdor y riqueza natural. Pero es arriesgado e inabarcable aconsejar un alojamiento concreto, ya que la oferta es tan variada y numerosa que es posible encontrar un alojamiento, un pequeño rincón donde refugiarse, a través de internet y adaptado a todas las necesidades. Pero unas pinceladas sobre los pueblos que componen este destino rural, facilitadas por el Patronato Provincial de Turismo de Cádiz, puede servir para orientar a quienes estén pensando en perderse unos días por estos parajes naturales.

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CADIZTURISMO

Setenil de las Bodegas, la puerta desde Málaga

Uno de los municipios más bellos es Setenil, la puerta de entrada a la Sierra de Cádiz si el viajero procede de Málaga. La singularidad y su bonito entramado urbano lo convierten en uno de los principales destinos turísticos de esta serranía.

Las casas, unas bajo la roca y otras sobre ésta o en su interior, imprimen diferentes niveles de altura a las calles, configurándose rincones tan especiales como las calles de la Cuevas de la Sombra y de las Cuevas del Sol. Su localización actual es de origen medieval y en el espacio que hoy se denomina la Villa se asentaba el antiguo poblado almohade.

El castillo que domina el pueblo es una fortaleza de origen medieval (ss. XIV y XV), que conserva la Torre del Homenaje y un aljibe. Su patrimonio se completa con la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación; la antigua Casa Consistorial y las ermitas de Nuestra Señora del Carmen y San Sebastián.

Folleto turísto de Setenil de las Bodegas elaborado por Cádiz Turismo.

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CADIZTURISMO

Arcos de la Frontera, primera parada desde Cádiz

Puerta de entrada a la Ruta de los Pueblos Blancos si el viajero proviene de Cádiz o Jerez. Arcos está considerado uno de los pueblos más bellos de España.

Existen huellas de sus primeros pobladores prehistóricos y romanos en el yacimiento de la Sierra de Aznar, pero a quien debe la ciudad su impronta y actual fisonomía es a la cultura musulmana.

A través de estrechísimas y empinadas calles y bajo antiguos arcos, el visitante se aproxima a su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico, donde se conservan joyas monumentales como el Castillo de los Duques (s. XV), la Puerta de Matrera (ss. XI-XIV) y los restos del recinto amurallado, sus palacios y casas señoriales, la Basílica de Santa María, la Iglesia de San Pedro, además de numerosos templos, capillas y conventos. Indispensable visita al lago de Arcos.

Folleto turísto de Arcos de la Frontera elaborado por Cádiz Turismo.

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A. VÁZQUEZ

Grazalema, el alma de esta provincia

En el corazón de la Sierra de Grazalema se enclava este pintoresco pueblo blanco gaditano que goza de un micro clima especial (ostenta el índice pluviométrico más alto de la Península).

Aunque existen en la zona huellas de asentamientos prehistóricos, como el Dolmen de la Giganta, el origen de Grazalema coincide con la ciudad romana de Lacílbula.

La joya patrimonial de la villa es la Iglesia barroca de Nuestra Señora de la Aurora, junto a la que se dan cita la Iglesia de San José, la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, la Iglesia de San Juan y las ermitas del Calvario y de los Ángeles.

Famosa por sus tradicionales mantas, éstas se exponen junto a otros oficios artesanales en el Museo de Artesanía Textil. Benamahoma es una hermosa pedanía de Grazalema enclavada en un paraje natural impresionante, fue llamada por los árabes Ben-Mahoma, hijos de Mahoma. La influencia islámica se puede apreciar en el trazado de las calles y en la constante presencia del agua.

Folleto turísto de Grazalema elaborado por Cádiz Turismo.

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CÁDIZTURISMO

Prado del Rey, el Jardín de Cádiz

Prado del Rey hunde sus raíces en la ciudad romana de Iptuci, un yacimiento arqueológico de gran interés declarado Bien de Interés Cultural. Confirma la existencia de asentamientos humanos en esta zona desde el Neolítico hasta el s. XV.

Su época de mayor esplendor fue la romana, en especial los s. I y II d.C., pero ya los fenicios explotaban las salinas existentes en sus alrededores, cerca de la Cabeza de Hortales.

Sus monumentos más destacados son el Templo Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, y el antiguo Pósito de Labradores, cuya estructura se mantiene intacta. Entre las tradicionales recetas de su gastronomía se hallan la alboronía de garbanzos y pimientos y las deliciosas torrijas con miel, sin olvidar su famoso Mosto de Pajarete.

Posee un trazado urbano lineal, similar al de las colonias americanas, con zonas ajardinadas a lo largo de sus calles. Es conocida como el «Jardín de la Sierra».

Folleto turísto de Prado del Rey elaborado por Cádiz Turismo.

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CÁDIZTURISMO

El Bosque, el retiro de un duque

En plena Sierra de Albarracín, junto al río Majaceite y rodeado de valles aparece la que fuese casa de retiro señorial de los Duques de Arcos de la Frontera, con sus calles blancas salpicadas de fuentes y flores.

Su legado artístico está conformado por la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, el Palacio Ducal, la Ermita del Calvario y una singular Plaza de Toros.

La zona reúne además unas condiciones perfectas para la práctica del parapente y el ala-delta. Los senderistas puede elegir entre atractivas rutas como la del río que une la villa serrana con Benamahoma o el Sendero de la Pedriza.

Folleto turísto de El Bosque elaborado por Cádiz Turismo.

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CÁDIZTURISMO

Ubrique, la ciudad escondida entre peñascos

En la convergencia de los parques naturales de Grazalema y de los Alcornocales se encuentra Ubrique, declarada Conjunto Histórico. Su origen romano es visible aún en la antigua calzada romana entre Ubrique y Benaocaz y, sobre todo, por el valioso yacimiento de Ocuri, con un monumento funerario de tipo columbario único en la Península Ibérica.

De la cultura musulmana perduran los restos de la Fortaleza de Cardela o Castillo de Fátima (s. XII). Su casco histórico de trazado medieval presenta calles angostas, pintorescos rincones, bellas plazas con fuentes y buenos ejemplos del barroco como las iglesias de San Antonio, San Juan de Letrán y el Convento de Capuchinos.

Ubrique ubica entre el Parque Natural Sierra de Grazalema con un extenso bosque de pinsapos reliquia de la Era Terciaria yel alcornocal más extenso de la Península Ibérica y uno de los mayores del mundo, el Parque Natural de Los Alcornocales.

Esta poblada localidad, con casi 17.000 habitantes, es un reclamo para viajeros atraídos por el entorno natural y especialmente por conocer de cerca la tradición marroquinera, de la que vive casi todo el pueblo. La Ruta de los Miradores, senderos y emblemáticas fiestas populares como la ‘Crujía de los Gamones’ no pasan desapercibidos para quienes persiguen lo tradicional y auténtico para disfrutar de experiencias irrepetibles.

Folleto turísto de Ubrique elaborado por Cádiz Turismo.

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