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Sanidad andaluza

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La atención a la salud y los servicios sanitarios son aspectos fundamentales que ocupan un lugar primordial entre los intereses de los ciudadanos. Y sobre este tema crucial, en el ámbito andaluz, se centró la temática del Foro de Sanidad organizado por el Partido Popular la pasada semana en Cádiz. Es obvio que, a pesar del alto nivel y del esfuerzo y dedicación de nuestros profesionales sanitarios, existen muchos aspectos del sistema andaluz que resultan claramente ineficientes y ello, en gran medida, debido a la politización de la gestión de nuestra sanidad durante muchos años, obviando el parecer de los más capacitados para mejorar el sistema, es decir, de los auténticos profesionales de la salud. A pesar de las noticias «estrellas» que, a veces, ocupan los canales publicitarios de autobombo, lo cierto es que la sanidad andaluza se encuentra, en sus parámetros esenciales, lejos de la media de nuestro país. Mientras que, en el conjunto nacional, la ratio de hospital por habitantes es de 1 cada 58.470, en Andalucía la proporción se sitúa en 1 por cada 78.073; y eso sin hablar de los desequilibrios territoriales, con diferentes prestaciones sanitarias, según la provincia, o el medio urbano o rural, donde uno resida. Las carencias del sistema andaluz, tanto en recursos personales como materiales y de infraestructuras sanitarias, son difícilmente justificables, como lo es el hecho de que Andalucía esté la 2º por la cola en número de médicos, enfermeros y camas por habitante de todo el panorama nacional. Es imprescindible cambiar esa tendencia y, como se puso de manifiesto en el Foro, las iniciativas del cambio van en la línea de poder garantizar una sanidad universal, gratuita, eficaz, solidaria, equitativa y con prestaciones de servicios de calidad para todos.

Una sanidad andaluza despolitizada en su gestión, que dignifique a sus profesionales y los coloque, junto a los pacientes, en el auténtico corazón del sistema. Una sanidad personalizada y cercana al paciente, con una adecuación de las plantillas de profesionales a las necesidades reales de nuestra población, con un programa de mejora y adecuación de nuestras infraestructuras; una sanidad que aproveche, realmente, las oportunidades de formación e investigación para la mejora del servicio público. En definitiva, la sanidad que los andaluces se merecen.