MUJER CONTRA MUJER

Hay militantes socialistas de toda la vida, nostálgicos de Pablo Iglesias, románticos que aún creen en la igualdad de oportunidades y que lamentan que su partido tropiece de nuevo con la misma piedra. Si lavas los trapos sucios fuera de casa corres el riesgo de que, al tenderlos, no se te sequen. Saben que se enfrentan de nuevo a una guerra interna por el poder entre familias y eso asusta a los que durante toda su vida lo único que han hecho es defender las ideas de izquierdas por convicción, no por ambición.

Esta semana me contaba un militante, de esos que han pegado carteles toda su vida a cambio de nada, que volvía a revivir lo que ocurrió a principio de los 90, con los enfrentamientos entre peralistas y varguistas, con consecuencias tan graves como la pérdida de la Alcaldía de Cádiz después de 16 años. «Desde entonces no hemos levantado cabeza y seguimos echándonos mierda en vez de limpiar la casa e intentar tener contenta a la comunidad de vecinos, que es lo que nos interesa. Los del PP disimulan mejor, esa es su ventaja frente a nosotros, lavan los trapos sucios en casa. Mis compañeros dicen que coartan la libertad de expresión, pero yo pienso que no tiene nada que ver, sino que simplemente utilizan mejor sus armas en contra del enemigo, que somos nosotros, y no juegan tanto a la ruleta rusa porque al final te acabas pegando un tiro», comentaba indignado después de décadas de militancia, paradójicamente mirando de un lado para otro con miedo a que alguien del partido le viese hablar con una periodista, simplemente por manifestar libremente lo que piensa. El día anterior había estado en el acto político de presentación de un libro de poesía de Blanca Flores, una de las militantes expedientadas por la dirección de Federico Pérez Peralta y que ahora resurge rodeada de nuevo por algunas malas compañías que empañan su libro y su campaña.

Lástima porque me dicen que es una mujer que vale, pero las malas compañías no le benefician para nada. El acto fue la puesta en escena de los señalados en la lista negra por Pérez Peralta, romanistas de toda la vida (ya no tienen nada que perder) y aspirantes al título de candidatos a una lista que va a dar más de un quebradero de cabeza a la dirección del partido, vigilada muy de cerca por Sevilla que, les aseguro, no quita ojo.

La presentación del libro camuflaba la presentación de la candidatura alternativa a la oficial, que lidera Pérez Peralta con Marta Meléndez como referente. Mujer contra mujer, y dos listas que tendrían que someterse a la asamblea: Una respaldada por romanistas (en la presentación, además de Rafael Román estaban, entre otros de los suyos, Emilio Aragón, el candidato alternativo en la sombra, o Selva Otero) y por mártires del blog Cádiz Socialista, y otra respaldada por la ejecutiva local socialista, en su mayoría partidarios de apoyar a Pérez Peralta para mantener su status político dentro del partido.

Pese a que la consigna de esta semana en el partido era dejar que las aguas volvieran a su cauce después de las salidas del tiesto de Gónzalez Cabaña y Pérez Peralta, los romanistas&company no han hecho caso y, como me decía esta viejo militante, «cuando tu enemigo esté en el suelo aprovecha para pisarle la cabeza y sacar la bandera de paz, por si cuela, eso es lo que han hecho, es muy triste pero es así».

Psiquiatras cadistas

La reunión de psiquiatras celebrada la semana pasada en Cádiz dejó en la ciudad, sólo en alojamiento, (400 habitaciones en la capital) en torno a los 237.000 euros, a lo que habría que sumar los gastos en comidas, compras y ocio de los participantes y sus acompañantes.

El encuentro dejó claro también que en Cádiz hay que ser cadista. Pese a que la cena de clausura del sábado coincidía con que se celebraba el encuentro entre el Madrid y el Barcelona -que los congresistas siguieron en una gran pantalla en el restaurante Puerto Elcano, de La Marea- no faltaron las bufandas de Cádiz para dar ánimos al equipo amarillo.