CÁDIZ
El regalo que nadie esperaba en el colegio Reyes Católicos
El colegio de la capital gaditana recibe un pedido de la Junta de Andalucía tras años de quejas y peticiones

Sus Majestades de Oriente se han colado por las puertas del colegio Reyes Católicos con un regalo que ya nadie esperaba. Ni los padres, que llevaban años demandándolo a la Junta de Andalucía, ni la dirección del centro, que desde el 2013 esperaba el pedido, se creen que los pupitres y sillas que necesitaban los alumnos de este centro educativo llegaran precisamente en este momento.
Sin embargo, la realidad es que las puertas del Reyes Católicos se abrieron de par en par para recibir más de dos centenares de pupitres y sillas que estrenarán los alumnos de cinco clases de Primaria. Tras más de dos años de denuncias por parte de la Asociación de Madres y Padres sobre la utilización de sillas giratorias por parte de los alumnos y de quejas sobre caídas e incidentes a causa de su utilización, la Administración autonómica ha respondido con una compra que para el centro era prioritaria.
Aunque fue en el Consejo Escolar de 2013 cuando fue aprobada la solicitud y a pesar de que la Delegación Provincial de Educación de Cádiz aseguró que el mobiliario sería enviado «lo antes posible» la realidad es que esta promesa ha tardado en cumplirse dos años, durante los cuales los estudiantes han tenido en el aula un mobiliario no apto para su edad y específico de aulas de informática.
De hecho, el mobiliario existente fue el que utilizaba el centro tras adaptarse al Programa TIC 2.0 (Centro de Formación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), que dejó de implantarse desde la administración andaluza por falta de presupuesto. Con el Programa TIC de 2007, la Junta dotaba a los centros de Aulas Especificas de Informática Portátiles , y facilitaba a los alumnos ordenadores portátiles, para evitar cables en las aulas y teclados innecesarios, y pudiendo adaptar el centro tanto a las necesidades de los alumnos como a dicho programa.