CENTRO
El comercio de Cádiz muda su piel una vez más
La milla de oro del comercio gaditano se renueva con franquicias y marcas internacionales tras la última incorporación del Decathlon City y Sunglass Hut, ambas al inicio de la calle Columela
El comercio es como la materia; ni nace ni se destruye, se transforma. Al menos así ha sido en Cádiz desde los fenicios. Es cierto que las formas de practicarlo cambian y que las zonas comerciales se van desplazando, recorriendo cada rincón del pequeño mapa del centro histórico de la capital. Pero en el fondo pervive, si no igual, de una manera bastante parecida.
En estos últimos años, el circuito comercial por excelencia ha quedado establecido por las actuales leyes del mercado entre calle Pelota, Nueva, plaza de Las Flores, Columela y San Francisco . Tanto que la calle Columela se ha convertido en la milla de oro para los comerciantes, la vía con mayor tránsito peatonal en Cádiz. En esta estrecha calle se concentra el mayor número de marcas comerciales internacionales y franquicias, con las últimas incorporaciones de una tienda de la firma deportiva Decathlon , en su versión reducida o ‘City’ y otra de gafas de sol, Sunglass Hut .
La primera abrió el jueves 18 de agosto al público y ofrece una pequeña muestra del amplio stock de productos relacionados con la actividad deportiva. Todo a un precio bastante asequible y colocado en el mínimo espacio posible, rodeando un muro de un viejo edificio señorial, del mismo donde se ubica desde hace meses la firma Bimba y Lola , que abandonó la calle Ancha buscando una mejor ubicación, más expuesta al paso del público.
Los dos dependientes de Decathlon City atendían a destajo a decenas de señoras, curiosamente de elevada edad, que preguntanban precios y disponibilidad de productos. A los profesionales se les veía encantados del ajetreo, con el optimismo lógico del que comienza una nueva tarea.
Si se les pregunta por el calzado para caminar de hombre, el propio dependiente suelta solícito las prendas que ordenaba para acompañar a la clienta potencial hasta un pequeño rincón, que apenas tiene las dimensiones de un armario empotrado donde se muestra un modelo para cada actividad. Nada que ver con la gran superficie comercial ubicada en Luz Shopping de Jerez de la Frontera y mucho más cercano a las antiguas tiendas de desavío pero en versión 2.0 .
F. JIMÉNEZ ISI, último bastión
El entusiasmo, la edad y la experiencia de estos nuevos comerciantes contrasta con los tenderos veteranos de Cádiz. En estos meses se jubila un símbolo del comercio de calidad de los últimos 30 años. Se trata de Juan Tovar, quien ha estado junto a su hermana Manuela al frente de ISI, la tienda que fundara su padre en 1945, durante decenios. Ambos son muy conocidos en Cádiz, especialmente Juan por la labor que ha desempeñado al frente de la patronal del comercio local de los últimos tiempos.
A estos dos hermanos les ha tocado el difícil trance de soltar el testigo profesional en pleno cambio del comercio textil local y mundial. «En los úlitmos años todo ha cambiado. No hay unas reglas del juego claras. Internet y las firmas internacionales han arrasado con la forma de vender de antes», apunta Manuela Tovar, quien asume que la crisis económica desatada en 2007 «ha acabado con buena parte de la clientela tradicional», pero a su vez apunta que la irrupción de las nuevas tecnologías en el comercio textil ha acabado con el negocio que ella conocía, que dominaba hasta hace muy poco. «Ahora puedes encontrar ropa de grandes firmas a precios de outlet en cualquier temporada del año, sin esperar a las rebajas. Es imposible competir con esto».
«En los últimos años ha cambiado todo. No hay unas reglas claras del juego y todo vale», Manuela TovarManuela manifiesta que se siente orgullosa porque han encontrado para los locales de sus tiendas Basic y Different un comercio «de calidad, que mantendrá los estándares que merece nuestra ciudad».
La firma ISI se mantendrá como la tienda central que siempre fue en la esquina con calle Novena con Valverde;«con el gran espacio que tenemos aquí hay de sobra para ofrecer lo mismo que en las tres tiendas que teníamos antes», apunta Manuela.
El análisis del presidente de Cádiz Centro Comercial Abierto, Manuel Queiruga, subraya que los negocios franquiciados «también son de gaditanos, de emprendedores que han encontrado en esta vía de negocio el camino más rentable y adaptado a las últimas necesidades del mercado».
Su compañero y gerente en la asociación que promueve actividades en el centro histórico para revitalizar la afluencia de público, José Domingo Prieto, apunta en este sentido que el comercio no para de evolucionar, «siempre está en continuo cambio». «Salvo tiendas muy, muy especializadas y muy locales, el comercio tradicional ya no tiene mucho sentido. Hay que renovarse», sentencia Prieto.
De vuelta a las zonas comerciales, tan bien diferenciadas en este pequeño casco histórico, cabe apuntar que ambos representantes de la patronal coinciden en confiar en que la calle Ancha remontará el vuelo.
«Ya quedó bastante perjudicada durante la crisis, cuando tocó fondo, pero en los últimos tiempos parece que está remontando. Es muy buena calle, seguro que volverá a brillar. Pero, eso sí,quizás los dueños de los locales comerciales tengan que rebajar los precios y adaptar los alquileres a las nuevas circunstancias», apunta Prieto.
Ancha pasó de ser el centro bancario de la ciudad en los ochenta a alcanzar su máximo esplendor comercial reciente con la llegada de grandes firmas textiles como Purificación García o Caramelo. Ahora subsiste con algunas firmas locales como el famoso El Siglo o la tienda de decoración Milenium.
La calle Ancha vivió recientemente una época de esplendor con firmas como Purificación García o CarameloDentro del circuito comercial más transitado en Cádiz también hay diferencias. El tramo desde calle Pelota hasta la plaza de Las Flores, pasando por calle Compañía, ha quedado destinado a comercios más económicos, especializados en productos de consumo rápido, barato y muy enfocado al crucerista.
Tinoco podría ser uno de los mejores ejemplos de adaptación a las necesidades; ha pasado de dedicarse a un público que busca un textil de calidad a especializarse en vestidos de fiesta para las galas de los cruceros. Aunque todos sus vecinos ha girado entorno al mismo cliente tipo: calzado cómodo como alpargatas, souvenirs, y llama poderosamente la atención la gran proliferación de vendedores sin licencia en plena calle Compañía.
