Cien días de despacho para afuera

Que a José María González Santos le gustaba el espectáculo era algo que todos sabían. Bien fuera con su comparsa, bien fuera dándole un pepino a la delegada de Educación en una protesta de la Marea Verde, Kichi estaba cómodo actuando, interpretando un papel. Desempeñó con habilidad su papel de candidato por Podemos a la Alcaldía de Cádiz y, cuando el juego de los pactos y acuerdos le dio el sillón de la Alcaldía hace 100 días, siguió con su magistral interpretación, con dramática escena del balcón incluida.

En el papel de alcalde, José María González ha llevado su capacidad de interpretación más lejos, paseándose por las televisiones nacionales denunciando lo mal que está la ciudad que, a tenor de sus declaraciones, parecería más una capital del Tercer Mundo que una ciudad europea.

También en estos 100 días, presentado como Kichi, ha representado su papel de líder del pueblo, recibiendo a Pablo Iglesias como a una autoridad en el Ayuntamiento, haciendo un viaje oficial a un acto de líderes populistas en Barcelona o negándose a visitar el buque escuela de Chile por sus ‘reminiscencias pinochetistas’. Dentro de su espectáculo, también estuvo el cambio de vestuario, con foto en su cuenta de twitter incluida.

Pero después de 100 días de gobierno, los gaditanos demandan que cesen las interpretaciones y las palabras grandilocuentes y comience el trabajo. Un trabajo que pasa por buscar acuerdos con el resto de grupos políticos y con los agentes sociales y por concretar sus acciones de gobiernos y no empeñarse, únicamente, en oponerse a lo que ya se había dejado diseñado por el anterior equipo de Gobierno.