![Imagen de Kichi en la celebración de los resultados electorales obtenido por Por Cádiz sí se puede](https://s2.abcstatics.com/Media/201505/25/kichi-cadiz--644x362.jpg)
Kichi será alcalde de Cádiz con el apoyo del PSOE en la investidura
En principio, el grupo de Fran González descarta entrar en un gobierno de coalición en el que sí podría estar Ganemos
Actualizado: GuardarLa resaca electoral está siendo intensa. Para todos, sin excepción, los resultados del 24 de mayo han supuesto una auténtica sacudida, un abrupto despertar a una realidad que para unos es sueño y para otros pesadilla. Toca hablar, mucho, reflexionar, sopesar, votar, negociar, cambiar cromos.
Ayer, casi todos se dedicaban a velar armas, a lamerse las heridas y a actualizar la agenda de contactos. El PP esperaba, no puede hacer otra cosa. Ni siquiera un pacto con Ciudadanos le daría la llave del Ayuntamiento. Su única esperanza es que los demás no lleguen a entenderse o, cuestión casi descartada, que desde las altas esferas impongan un pacto de no agresión PP-PSOE que blinde el bipartidismo a nivel general y que le permita cuatro años más de mandato.
Por Cádiz sí se puede se encerraba por la tarde. Hay mucho de lo que hablar, muchas estrategias por diseñar. Ganemos esperará a que suene el teléfono. Ayer sus dos concejales se tomaron el día de descanso. Y el PSOE esperaba indicaciones de sus líderes provinciales y regionales. Por la tarde se reunió la ejecutiva provincial. La secretaria general, Irene García, aseguraba que no hay pactos preestablecidos ni líneas rojas a la hora de negociar. «Hablaremos con todos», decía. También manifestó que no hay directrices, que cada agrupación local tiene autonomía para decidir. Aunque una cosa es el discurso oficial y otra la realidad.
No habrá un gobierno con mayoría absoluta después de 33 años. No queda más remedio que entenderse, que pactar. Es la única opción para no vivir cuatro años ingobernables.
Ayer las cinco fuerzas que han conseguido sitio en el Pleno municipal comenzaron a desperezarse. Reuniones, teléfonos, cábalas y prudencia, mucha prudencia. De momento nadie quiere hablar con los medios de comunicación. Todos se quieren guardar sus cartas, dejarse cortejar. Sobre todo uno, la novia que todos quieren: el PSOE.
Resulta paradójico, pero con los peores resultados de su historia en la capital gaditana, tras perder casi 2.000 votos y dos concejales respecto a las pasadas elecciones municipales, Fran González puede conseguir la mayor cuota de poder que ha tenido su partido desde 1995. Los cinco ediles socialistas son la clave para que se imponga el llamado bloque de izquierdas, aunque quizá sea más adecuado llamarlo 'antiteófila'.
Quien lidera este ala es Por Cádiz sí se puede, el gran triunfador de la noche electoral a pesar de no haber ganado. Sus ocho concejales se antojan suficientes para encabezar la alternativa a un gobierno popular. Y su objetivo está claro. Nunca lo han ocultado, quieren echar a Teófila Martínez a toda costa. Ahora pueden hacerlo si son capaces de convencer, como mínimo al PSOE. Si lo hacen también con Ganemos, ya llegarán a San Juan de Dios en limusina.
El día que José María González 'Kichi' se presentaba en público como candidato de la formación nacida del círculo local de Podemos, llegó a decir que si era necesario apoyar la investidura de Fran González para quitarle el sillón al PP, lo harían. Probablemente entonces ni ellos ni los socialistas se pensaban que esa ecuación se iba a dar con los elementos invertidos. Es Fran González quien tiene que dar su apoyo a Kichi.
En cualquier caso, si Podemos estaba dispuesto a dar la alcaldía al PSOE es obvio que no van a tener ningún tipo de escrúpulo para pactar con ellos. Y si llegan a un acuerdo con ellos también estarán dispuestos a hacerlo con Ganemos. No admitieron ir en una candidatura conjunta por la presencia de militantes de Izquierda Unida, a los que consideraban cómplices de las políticas del PSOE en la Junta de Andalucía. Pero en esta tesitura, si se pasan por alto los pecados del PSOE no hay razón para pensar que no se hará lo mismo con IU.
Ese pacto a tres bandas es por tanto la opción más probable.
Presión interna
De inicio el PSOE contribuirá al cambio de timón en el Ayuntamiento. No son pocos los miembros de su ejecutiva local que lo han pedido en público en las últimas horas. Pero no lo va a poner fácil. Hay capitales de provincia, como Sevilla o Córdoba, donde no hay dudas a la hora de pactar con Podemos. La propia Susana Díaz lo ha dejado caer. Pero hay una diferencia, y es que el pacto en esas ciudades implicará un gobierno del PSOE. En Cádiz, no. El pacto es para que gobierne otro. Es lo lógico, teniendo en cuenta que el PSOE ha logrado solo 5 concejales por los 8 de Por Cádiz sí se puede. Ahora bien, el apoyo será para la investidura. Fran González y sus cuatro compañeros tendrán que votar como alcalde a Kichi el próximo 13 de junio. No cabe la abstención ni votarse a ellos mismos. Esa opción le daría el bastón de mando de nuevo a Teófila Martínez.
Según explicaban ayer fuentes muy próximas a la dirección local, a día de hoy el PSOE no se plantea entrar en un gobierno de coalición. Hay diferencias demasiado importantes con Por Cádiz sí se puede y asumir algunas de sus propuestas como propias podría restarle más que sumarle de cara a su electorado.
Otra cuestión que influye es la proyección política del propio González después de estas elecciones. Cuando parecía abocado a la hecatombe interna, el escenario político le ha favorecido. Su papel será vital para derrotar al PP después de veinte años y la mayoría de sus votantes valorarán un paso adelante en ese sentido. Además, ha conservado el diputado provincial por la capital. Probablemente sea él mismo quien ocupe el escaño en la Diputación y es justo allí donde Podemos le podrá devolver el favor al PSOE para hacerse con la mayoría suficiente para gobernar sin apuros.
No parece que desde la dirección andaluza se vaya a vetar la intención local. Al contrario, el pacto de investidura en Cádiz puede ser una pieza clave en el desbloqueo de la investidura de Susana Díaz como presidenta.
El tercer ingrediente en este revuelto es Ganemos. Con dos concejales, Martín Vila y Eva Tubío, no son imprescindibles para los planes de José María González, pero sí son importantes. Sumando los ediles de esta formación al gobierno municipal, el bloque de izquierdas tendría los mismos concejales que el PP, con lo que se garantizaría una mayor estabilidad en la gestión, ya que les bastaría con obtener el apoyo puntual del PSOE o Ciudadanos –que antes de las elecciones aseguraba que no tendrá problemas en negociar con ningún partido– para sacar adelante sus propuestas.
Hay un doble interés en Por Cádiz sí se puede por sumar activos a su candidatura. No se trata solo de lograr los apoyos para la investidura, sino que la experiencia de partidos como el PSOE o Izquierda Unida (dentro de Ganemos) en la vida municipal les puede favorecer para salvar los problemas derivados de su falta de práctica en la gestión.
Ciudadanos, por su parte, se ha mostrado abierto a negociar de forma puntual con todos los partidos, incluido Por Cádiz sí se puede, pero su papel en las negociaciones de cara a la investidura es la de un mero espectador.
Luz y taquígrafos
Pero la novedad no acaba en los protagonistas de las negociaciones, también puede estar en la forma de llevarlas a cabo. Ayer mismo la dirección andaluza de Podemos emitía un comunicado en la que presentaba una declaración de intenciones. «Entendemos que se acabó el tiempo de los pactos en los despachos y empezó el tiempo de los acuerdos para la ciudadanía, hablar de política y no de sillones, negociar con luz y taquígrafos, son señas de identidad de la nueva política que queremos construir en cada rincón de Andalucía y del país. De conseguir victorias para quienes llevan siete años o más pasando fatigas. En definitiva se trata de poner a la gente en el centro de las conversaciones poselectorales como hemos hecho en Andalucía de cara a la conformación del Gobierno andaluz», manifiestan.
Hay que recordar que ya los negociadaores de Podemos pidieron que las reuniones con el PSOE para llegar a un acuerdo que posibilite la investidura de Susana Díaz estuvieran abiertas a la prensa.
Además de esto, Podemos advierte que «quien insista en llamarnos para un cambalache o para no comprometerse con las medidas de sentido común que planteamos sin siquiera querer entrar en ellas es que no nos conoce, es que no ha entendido nada de lo que está ocurriendo. Les avisamos de que seguirán encontrando en nosotros en todas partes una posición coherente y una firme defensa inmediata de los intereses de la gente, pero también dialogante y de mano tendida a quienes entiendan el mensaje de la ciudadanía y a quienes hablen el lenguaje de la gente corriente».
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