Pablo Iglesias en el Mercado
Pablo Iglesias en el Mercado - a. vázquez
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Más abucheos que seguidores para Pablo Iglesias durante su paseo por Cádiz

El líder de Podemos y su candidata a la Junta de Andalucía, Teresa Rodríguez, reciben poco apoyo durante su recorrido por la capital en la última jornada de campaña electoral

mercedes morales
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El líder de Podemos Pablo Iglesias ha recorrido las calles de Cádiz capital. En su visita para apoyar a la candidata Teresa Rodríguez, a Iglesias le ha perseguido una nube de fotógrafos. Más seguido por la prensa nacional que por los gaditanos.

El día no ha acompañado a la comisión Podemos por la capital gaditana. El recorrido comenzó en el Arco de Garaicoechea, en el Mercado de Abastos de Cádiz sobre las 10.15 de esta mañana. Y ya se produjo la primera anécdota.

Al entrar en la pequeña peluquería junto a este arco, el peluquero se ofrece: Pablo, ¿quieres que te corte la coleta?. Iglesias sonreía levemente. No es muy dado a abandonar la pose calmada de político ganador.

Al pasar por la calle central, la del pescado de la Plaza de Abastos de Cádiz, comienzan la reacciones encontradas.

De Pablo Iglesias se pueden decir muchas cosas, pero no que cause indiferencia. Se va oyendo algún tímido «¡Podemos!», pero acallado por bastantes abucheos.

«¡Fuera, fuera!» o «¡Marchaos de aquí, que llevamos esperando toda la semana que llegue el viernes para vender algo!», increpa una vendedora desde su puesto, sin clientela alguna, copado por decenas de periodistas.

Tras la visita breve al Mercado, rumbo hacia Cánovas del Castillo, con paso acelerado, que aprieta la lluvia. No para la tormenta, en un día extraordinariamente gris en Cádiz, y la comitiva de Podemos se resguarda en el café La Perola.

En este conocido café Pablo Iglesias improvisa un pequeña sala de reuniones en un rincón donde escucha atentamente a dos colectivos de Cádiz: los vecinos de la Corrala de la Bahía y a los extrabajadores de Delphi.

En la primera mesa, un grupo de jóvenes que habitan casas desocupadas explica al líder nacional de Podemos los problemas de vivienda en la capital gaditana. Es el encuentro más largo. Tras casi media hora de charla, en la que Iglesias atiende a las explicaciones de los vecinos, cambio de interlocutores. Entran los exDelphi.

Tienen 20 minutos cortos para resumir a un asombrado Pablo Iglesias el complejo entramado que es sobradamente conocido en Cádiz: Cómo se cerró la factoría Delphi y los detalles de su liquidación, que siguen coleando. Habla el colectivo más desfavorecido tras los diversos pactos con la Junta de Andalucía.

«Somos ese 25% de empleados descontentos, los que no han tenido una salida más o menos digna. Los que no quisimos coger los 45.000 euros para seguir trabajando, para que hubiera actividad en la Bahía», apunta uno de ellos. Después, resumen del calvario de la administración concursal, el conflicto con los terrenos, y la inexistencia de empresas para invertir en Cádiz.

Se sienten traicionados por la Junta y abandonados por el Estado. Pablo Iglesias les promete que va a ganar y que, cuando llegue al poder, le dará la vuelta a todo. No para de llover en Cádiz.