Gritos en la salida del Cautivo de San José por la forma de carga

Expectación en San José en la noche del sábado. No era para menos: salida del Cautivo de San José para protagonizar el rezo de una meditación. Calles llenas para el incipiente grupo parroquial que, con constancia y trabajo, intentan recuperar y engrandecer el culto para el Señor. Sin embargo, nada más atravesar el dintel del templo de Extramuros, dos exaltados robaron el protagonismo a la imagen, el rezo y el propio cortejo. Y es que el hecho de que el señor fuera portado en el paso de Siete Palabras y sin manigueteros llevó a los gritos de «fuera» y «¿esto es una parihuela? los pasos no pueden salir en Cuaresma».

El motivo, considerar que el 'mecío' impreso en el paso y la ausencia de manigueteros era impropio para una salida en Cádiz.

Y eso llevó a que de las pitadas pasaran a los gritos en una bochornosa protesta. «Esto no es de Cádiz», repetían los dos exaltados, a la sazón uno de ellos cargador de una cofradía del Martes Santo. Pese a que eran minoría, sus gritos empañaron una buena salida. Eso llevo a que el resto del público existente les profiriera gritos pidiéndoles que guardaran silencio.

De hecho, hasta el propio sacerdote que acompañaba la imagen como preste se encaró con los dos cargadores para pedirles que se callaran y «tuvieran respeto» por el rezo que se estaba realizando. De poco sirvió para que corrigieran su actitud. Por suerte, la salida transcurrió sin más incidentes. Eso hizo que se pudiera vivir un nuevo cortejo en la calle en una Cuaresma que está siendo especialmente rica de salidas. Todo ello en un grupo que trabaja con constancia para asentar el culto al Cautivo y, quien sabe, si una futura hermandad.

Lo cierto es que en los últimos días los incidentes con personas exaltadas que se dedican a proferir gritos contra cortejos e imágenes se están haciendo más inusual de lo esperado. Así, fue el caso también del Vía Crucis del Nazareno de Santa María. De esta forma, la amenaza planteada por un vecino de la calle Botica, disconforme con el acorte del recorrido en el Jueves Santo se cristalizó en gritos de «el Nazareno es de Botica» o «vergüenza de Junta, solo quiere dinero» a su paso por la citada calle el pasado viernes. En este caso fueron más de dos personas las que profirieron gritos que, al igual que en el Cautivo, apuntaron a Sevila como causante del problema.

Tristes altercados que alteran lo que deben ser las salidas de las imágenes devocioanles y más en estos días en los que salen a la calle para protagonizar rezos como meditaciones y vía crucis. Se da la circunstancia que, además, dichos exaltados no suelen ser si quiera hermanos de la cofradía (en el caso del Nazareno) o del grupo de devotos (en el caso del Cautivo). Se trata, por tanto, de personas que encuentran en un cortejo devocional, con un silencio interrumpido solo por rezos, el mejor lugar (y para ellos el más idóneo) para proferir gritos contra una imagen religiosa.