Roban y destrozan las oficinas del campo de fútbol de El Fontanal de Chiclana

La desesperación ya es más que evidente en el club de fútbol Chiclana Industrial. No es para menos, sus instalaciones han sido objeto de un nuevo robo. En este caso han sido las oficinas que el club posee en el campo de fútbol las que han sufrido la sustracción de material y de diversos destrozos. Así lo reconoce Javier Maye, portero del equipo y coordinador de la escuela deportiva que posee el equipo.

Los hechos se produjeron en la madrugada del jueves, cuando uno o varios individuos emplearon una barra de hierro para forzar la entrada a las oficinas. «Golpearon la puerta y marco hasta tal punto que rompieron la pared», explica Maye. Con la misma barra hicieron palanca con el bastidor de la puerta, lo que les permitió entrar al interior. Una vez dentro, continuaron con los destrozos, en este caso en el mobiliario. «Rompieron estanterías, muebles y mesas y lo revolvieron todo», explica Javier con desesperación.

Todo ello para llevarse un botín más que insignificante: un ordenador, dos balones de fútbol nuevos y algunas camisetas de la equipación destinada a los menores del fútbol base. «Lo peor no es lo robado, sino los destrozos producidos y los datos perdidos en el ordenador», explica Maye. Así, en el ordenador se guardaban las fichas y contabilidad de todos los niños.

Los hechos fueron descubiertos por los miembros del club pocas horas después de que se perpetrara el robo. «Nos avisaron por la mañana de que la puerta estaba forzada así que fuimos rápidamente», reconoce el director de la escuela. Fue entonces cuando se encontraron los destrozos y avisaron a la Guardia Civil que se encargó de cuantificar los destrozos y lo sustraído. Lo cierto es que no fue el único sitio donde los ladrones intentaron robar. «También lo hicieron en el Velódromo pero ahí no lo consiguieron», explica Maye.

Es la quinta vez en dos años que roban en las instalaciones de El Fontanal. Dicho campo de fútbol son de propiedad municipal y al Ayuntamiento corresponderá ahora arreglar los desperfectos ocasionados en la puerta. Sin embargo, como explica Maye, al club corresponderá afrontar la sustitución del material destrozado y robado. El último robo se produjo hace cuatro meses «cuando forzaron el vestuario local». En aquella ocasión los destrozos también fueron numerosos y el material sustraído de escaso valor.