Cómo conseguir el disfraz de Frozen
La reina Elsa se ha convertido en el modelo más buscado
CÁDIZ Actualizado: GuardarLa reina Elsa, protagonista de 'Frozen, el reino del Hielo', película de Disney, ha calado hondo entre las niñas. Tanto que la búsqueda del disfraz de Frozen se ha convertido en una odisea para los padres. Su personalidad compleja la aleja, en principio, de las princesas clásicas y podría parecer difícil de encajar en el imaginario infantil. Pero el traje con el que completa su transformación de princesa atormentada a poderosa reina de Frozen puede con todo. El traje o disfraz de Elsa es la suma de los típicos vestidos de princesas, con tules, sedas y todo en celeste, más lo último en transparencias y un corte mujer fatal que lo convierte en la indumentaria ideal para la niñas. Para quien dejara atrás esta etapa de su vida, se bueno recordar que tener un buen baúl de disfraces se ha convertido en un juguete de primera necesidad. Atrás quedó rebuscar en el armario de la abuela, ahora hay que ir sumando tipos a cual más llamativo.
La cuestión se plantea cuando la niña pide para su cumpleaños, su santo, en Navidad o Reyes o en cualquier otra ocasión el 'auténtico disfraz de Frozen'. Ahí comienzan los problemas para las madres y padres. No es tarea fácil. Este modelo, el de la transformación, es el más buscado y el más escaso. No se encuentra ni por internet, ni en el chino de la esquina, ni en grandes almacenes de reconocido prestigio. No lo busque en supermercados ni en tiendas de regalos infantiles. Sólo se distribuye con cierta periodicidad en las tiendas oficiales Disney. Esto en la provincia de Cádiz reduce las posibilidades al centro comercial Bahía Sur. La próxima remesa de pedido llegará para principios de octubre y reponen las mercancías cada jueves, por lo que los padres interesados tendrán que estar muy atentos el próximo 2 de octubre.
Si el lector intenta adquirirlo a través de cualquier portal de internet comprobará que cuando llegue al modelo original está agotado. Sí se encuentra con facilidad la versión B del disfraz, que también está disponible en otros centros comerciales, incluso en supermercados. Éste cuesta unos 25 euros, la mitad que el original, y tiene un dibujo del rostro de Elsa en el pecho. Si su hija, sobrina, ahijada o prima es aún pequeña o no es muy observadora, podrá sacarle del aprieto. Pero esta versión del traje de la reina Elsa no suele triunfar entre las pequeñas de más de cinco años, porque no “es el auténtico”.
Otra gran pega en esta búsqueda será encontrar la talla. En el caso de dar con el disfraz de Elsa adecuado es muy complejo que haya en stock las medidas más solicitadas; desde los 6 a los 10 años, por la concentración de la demanda y por la falta de previsión de la marca.
Y aquí hay que hacer un apunte para padres incautos. No hay que confundir nunca el disfraz de Elsa con el de la princesa Ana, auténtica protagonista de la película Frozen pero bastante menos glamourosa que su hermana. Se cometería un gran error de consecuencias incalculables para el ánimo de la pequeña afectada si el padre o madre aparece con el traje de Ana, un vestido muy logrado, pero que no es un disfraz de princesa. Ni mucho menos. Se parece más a un traje de pastorcita y se encuentra en cualquier tienda de la cadena Disney, en todas las tallas, precisamente porque nadie lo quiere.
El interés por el disfraz de Frozen ha sido tal que en internet se encuentran varios vídeos sobre cómo hacer el vestido de Elsa a mano, una opción sólo apta para quienes tengan una nociones de costura o se hayan atrevido antes con otros disfraces, algo que en Cádiz tampoco es extraño.
La gran maquinaria de Disney no es ajena a las tendencias, ni mucho menos. Incluso las crea. Aún no habían despegado las trenzas como el peinado de ultra moda entre las niñas y jóvenes y Elsa ya lucía un complejo estilismo con moño y gran trenzado al lado que también está causando quebraderos de cabeza a las madres más torpes con el cepillo, que son mayoría. Tanto que también se encuentran vídeos tutoriales en internet sobre cómo realizar la trenza de Elsa.