Cierre por vacaciones
Eliminar los servicios de los centros de salud por las tardes conllevará un empeoramiento de la calidad asistencial
Actualizado: GuardarEl cierre de los centros de salud de la provincia durante las tardes de los tres meses de verano es, sin duda, una pésima noticia. Aunque desde la Junta de Andalucía ni se confirma ni se desmiente –«estamos ajustando el plan de vacaciones» es su única respuesta–, lo cierto es que los cinco sindicatos del sector coinciden en señalar que el cierre será una realidad.
Al margen de los perjuicios para los profesionales de la medicina y sus condiciones laborales, el gran problema será la asistencia que se va a prestar al usuario durante ese periodo. Se trata, además, de los meses en que se concentra un mayor número de gente en la provincia, llegándose incluso a triplicar la población por la llegada de veraneantes.
Desde UGT se tilda la medida de «inaudita» y desde el SATSE se asegura que «si ya en condiciones normales se sustituye poco, ahora no se va a sustituir nada». Otro de los sindicatos, CC OO, afirma que «van a prevalecer los criterios económicos sobre los asistenciales», con la gravedad que ello conlleva.
Desde la Junta de Andalucía se han criticado por activa y por pasiva los recortes que el PP está aplicando desde que ganara las elecciones en noviembre del pasado año. Sin embargo, el Gobierno de Griñán está tomando medidas tan o más drásticas que las de Rajoy, aunque ‘vendiéndolas’ con eufemismos y sin hablar claro. Decir que se está ajustando el plan de vacaciones es una huida hacia adelante que deja a los usuarios de la sanidad pública –en la que las autonomías tienen transferidas todas las competencias– sin saber a qué atenerse.
Por ello, desde otro de los sindicatos, el de médicos, se pide al Servicio Andaluz de Salud que «esta crisis se afronte con valentía y sinceridad, no diciendo que va a haber los mismos servicios».
Cabe esperar que ante esta incertidumbre que reina en el sector de la sanidad y entre los usuarios, la Consejería de Salud hable claro y reconozca lo que todos los sindicatos ya saben: que los ambulatorios cerrarán sus puertas en verano y que, en consecuencia, habrá mayor precariedad laboral y peor calidad asistencial.