El comercio de Cádiz no se resigna

La sociedad española pasa por la situación económica más complicada desde que vive en democracia. La andaluza, tiene peores números de renta per cápita, desempleo y productividad que la media nacional. La gaditana, está por debajo de la regional. Son realidades que a nadie escapan, que resulta inútil apartar del debate y que explican la mayor contracción del consumo particular que se haya conocido, al menos, desde los años 70 del pasado siglo. Esa es la realidad, ese es el escenario, pero hay un elemento fundamental: la actitud de los actores. Los ciudadanos pueden agachar la cabeza y enterrarla entre los brazos ante unas circunstancias que les dan motivos para hacerlo. O, en cambio, intentar buscar todas las ideas posibles, probarlas, para combatir la situación y revertirla en cuanto sea posible.

Esta segunda opción es la que parecen haber elegido algunos de los comerciantes más jóvenes de la capital gaditana que, agrupados en la asociación Cádiz XXI, anuncian una mañana de domingo de tiendas abiertas, con productos, ofertas y precios especiales, también en la hostelería, para tratar de animar a los muchos que todavía pueden permitirse consumir.

De la capacidad que tengamos para erradicar el pánico de los que conservan ingresos estables depende en buena medida el tiempo de duración de la peor recesión económica conocida en generaciones.

Algunas de estas ideas, como las noches blancas de otros colectivos, celebradas anteriormente con éxito, forman parte del catálogo de pruebas y errores que todos estamos obligados a abrir en estos momentos.

Hay que pensar, probar y repetir lo que funcione, siempre que sea para propiciar la activación de un consumo que puede recuperarse pronto en un país con más riqueza de la que pensamos. Sólo hacen falta iniciativa, reducir el nivel de paro y el de miedo.