opinión

Miguel Ayllón Altolaguirre

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El 15 de julio de 1858 don Miguel Ayllón Altolaguirre y unos cuantos gaditanos más fundan lo que hoy es una de las instituciones más antiguas de la ciudad y que ha sobrevivido a todo tipo de vicisitudes desde entonces: el Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz. Este Ateneo será el segundo más antiguo de España tras el de Madrid, fundado en 1835 por, entre otros, el Duque de Rivas, Mesonero Romanos o el político gaditano Antonio Alcalá Galiano.

Miguel Ayllón nació accidentalmente en Gibraltar en la primavera de 1824 pues su padre, Miguel Mateo Ayllón Alonso, era, por entonces, diputado en las Cortes Extraordinarias que huían de las tropas absolutistas del Duque de Angulema y los Cien mil Hijos de San Luis.

Lo más seguro es que Miguel pasara su infancia en Londres durante toda la Decada Ominosa. Tras la vuelta a Madrid y la muerte de su padre, se licencia en Derecho en 1846 pero no será hasta 1857 cuando recale en Cádiz, se incorpore al Colegio de Abogados y empiece a frecuentar los ambientes ilustrados que en aquellos años existían en la ciudad.

El Ateneo de Cádiz tuvo su primera sede en la calle Empedrador (hoy, Arbolí), nº 5 y Miguel Ayllón fue elegido como primer presidente, cargo que después han ocupado insignes prohombres como Adolfo de Castro, Cayetano del Toro, Moreno Espinosa, Jose María Pemán hasta llegar al actual Ignacio Moreno Aparicio. Ayllón abandonará Cádiz en 1865.

El próximo viernes 18 a las 11 horas en aquélla primera sede, el Ateneo de Cádiz salda una demorada deuda que tenía contraída con don Miguel Ayllón Altolaguirre. A esa hora el actual presidente descubrirá una merecida lápida conmemorativa que rezará lo siguiente: ‘En el antiguo solar de esta finca, en la entonces llamada Casa de la Camorra, calle Empedrador nº 5, se fundó el 15 de julio de 1858 el Ateneo Gaditano por don Miguel Ayllón Altolaguirre, nuestro primer presidente, insigne abogado y político republicano- federal. El Ateneo Literario, Artístico y Científico, en recuerdo y reconocimiento de su vida en defensa de la cultura y de los intereses generales de España’.

Ciento cincuenta y cuatro años han pasado ya desde aquél día de verano.