El garaje

Ahora que a cualquier 'enteraillo' no se le cae de la boca la necesidad de generar I+D y de evolucionar hacia una economía del conocimiento. Ahora que el I+D se ha convertido en la solución a todos nuestros problemas de productividad y competitividad, vulgo ruinazo, resulta que nadie se acuerda de que cuando vivíamos en la abundancia, a las empresas les costaba mucho, pero que mucho, gastarse algo en 'imasde'. Tampoco solemos acordarnos de que aquí siempre nos ha tirado más el C+R=P, o sea chanchullo más recalificación igual a pelotazo. Tampoco parece que nadie se acuerde de que aquí la I nunca ha sido de Investigación sino de inmobiliaria y la D nunca se ha referido a Desarrollo, sino a despilfarro.

En España, donde tanto se nos llena la boca con lo de la cultura emprendedora, a lo más que llega la gente es a visitar una feria de franquicias y traerse una para su ciudad, o a montar algo que tenga que ver con la hostelería, variando el gusto según la época, o sea un burguer en los ochenta, un bar de montaditos en los noventa y un gastrobar, que son bares de tapas con vajilla de diseño, en lo que va de siglo.

Pero en realidad, creo que nuestro gran déficit de I+D tiene su causa no en el famoso «¡qué inventen ellos!» de Unamuno, sino en algo más prosaico: la falta de garajes, y lo digo porque en las últimas décadas la mayoría de las empresas de referencia en el sector de la informática han sido creadas en un garaje, y claro como aquí solo tenemos plazas de parking de cuatro rayas pintadas en el suelo, que no disponen ni de un triste enchufe en el que conectar el ajuar básico de cualquier inventor, a saber; un ordenador, un taladro y un soldador, es imposible que inventemos algo. De manera que como la gente no puede pasarse la tarde del sábado, con varios amigos, desmontando cualquier aparato electrónico entre las cuatro rayas de la plaza del parking subterráneo, no le queda más remedio que pasarlo tirado en el sofá delante de una pantalla plana, también con varios amigos, jugando con la playstation, y así no se inventa.