Tomemos aire
Actualizado: GuardarNo tengo la sensación de que se hayan celebrado unas elecciones, ni del cambio de Gobierno, ni de nada. No sé, hay en el aire una especie de calma tensa, como cuando aguantas la respiración esperando que pase el mal olor. Asusta. Habrá que esperar y volver a tomar aire, mientras las tiendas de compro oro sustituyen a las inmobiliarias. Esta mañana una amiga me decía que hay que invertir en «metal dorado», muy fina ella y más tiesa que un arenque. Comentaba que adquirir lingotes está de moda, que ya no hay que comprar pisos para garantizarnos el futuro. Temo que dentro de unos años la burbuja dorada, y no precisamente la de Freixenet, acabe como la del anuncio de la Lotería, en un sueño nada más. Para colmo, un lingote no se puede amueblar, ni alquilar, ni siquiera para anunciarlo en el por palabra. Otra amiga, en una de nuestras sesiones de Lambruscoterapia, contaba que su madre le ha dicho que saque todo su dinero del banco para guardarlo en casa. La pobre señora cobra una mierda de pensión de 400 euros, pero es todo su tesoro, sin oro. Hasta nuestros encuentros terapéuticos alrededor del espumoso italiano cambian. Parecemos menopáusicas. En fin, miedito me da. Tomemos aire.
Wikilikidersas
Me niego a dejar mi wikiliki dersas y eso que ya me ha costado más de un disgusto. Me cuentan que ya son siete los profesionales con plaza en propiedad y destino en el área de lactantes de la Unidad Clínica de Gestión de Pediatría que han pedido cambio ante la impotencia de volver a su planta, aquella que los padres de niños con cáncer reclamaban para una mayor comodidad e intimidad para sus hijos. Paradójicamente, se les ha concedido. Si fuera verdad, que la dirección gerencia del centro piensa abrir la planta ya, (no sé a qué lunes se refieren), ¿cómo abrirían, sin auxiliares de clínica y sin enfermeros? Este dato denota que no tienen ni la más mínima intención de abrir una sola cama. Y estos profesionales han sido ubicados en plazas de urgencias pediátricas y de Neonatología que venían ocupando personal eventual que se han quedado sin contrato. Igual estan en Medicina Interna y en Ginecología. Los padres de estos niños se han acostumbrado a Cirugía Pediátrica, donde permaneces, y me aseguran que, en honor a la verdad, los profesionales de esa planta, lejos de cabrearse por lo que los padres venían reivindicando, se han esforzado aún más en hacer más agradable la estancia, en que los niños estén contentos. Total ¿que les falta una cama más nueva, un sillón y tranquilidad? Ante tanto cariño y profesionalidad, uno se resigna y se encomienda a no pillar un virus de los chiquillos que vienen de la calle por unas agmídalas o apendiciitis. Y que Dios se apiade de ellos y de su lucha, si es que en estos casos existe.
Un último apunte: Me cuentan que el sótano del Hospital Puerta del Mar es un «microclima». Allí todo es diferente. La parte de mantenimiento del almacén, sigue su rumbo, separado por una gran baraja, del resto del Almacén General. Alguien debería vigilar este asunto que después vienen las lamentaciones. Atentos a los próximos días y cuidado con las bolsas paralelas. Esta semana tienen que dar contratos. Se espera que no den practicamente ninguno, se reduzcan los eventuales que se venían dando y no se sustituyan las vacaciones. Pero esto no se llama recortes.