CENTENARIO CADISTA

El Centenario del Cádiz se ha ido, y muchos nos preguntamos si alguna vez ha llegado. Bajo mi punto de vista el acto del domingo fue el más emotivo, el de despedida. Durante el Centenario se han hecho muy pocos actos y sin repercusión mediática la mayor parte de ellos. No han tenido la trascendencia que un club como el Cádiz se merece. Seguro que en la nueva serie que ha estrenado Telecinco se conocerá más al equipo que por los actos de la citada efeméride. También fue muy acertada la exposición en el Castillo de Santa Catalina, y de lo restante, mejor olvidarnos. Para los coleccionistas también ha quedado un sello y un cupón de la ONCE, y para los historiadores, un libro. Pero de trascendencia social, nada de nada. Muchos de los actos han sido poco publicitados, otros con horarios equivocados, y por supuesto, en el partido de viejas glorias, faltó el que para muchos de nosotros ha sido el mejor jugador de la historia del Cádiz: Mágico González. No se puede entender una fiesta del Centenario sin su presencia. Con esta columna no quiero criticar a los empleados del club que se han dedicado a la organización, ni mucho menos. Me consta que han hecho lo que han podido con los medios que se les ha proporcionado. Mi crítica va para otros, los de siempre. Ya se ninguneó el 50 aniversario del Trofeo Carranza, jugándose dicha edición en el campo de Bahía Sur. Y por supuesto, se ha ninguneado el Centenario del equipo, al no dársele la importancia que se merece. No se le ha echado cariño, ni dinero, ni atención. Creo que ha sido un desaire a la afición, jugadores, entrenadores y presidentes que quieren estos colores. Cien años solo se cumplen una vez, aunque como muchos cadistas serios y amantes de nuestra historia, la fecha de creación de nuestro equipo es la de 15 de enero de 1931, cuando surgió la Sociedad Cultural y Deportiva Mirandilla. A lo mejor el dueño del Cádiz en esa fecha quiere celebrar el que muchos consideran como origen del Centenario del club. Si es así, póngale cariño, el Cádiz C. F. se lo merece.