PAN Y CIRCO

TODO ES POSIBLE...

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El titular de este artículo va enfocado principalmente hacia lo que todo el mundo deduce, o sea, hacia Granada. Y efectivamente esa ciudad tiene un embrujo especial. Para empezar es una de las pocas a la que siempre se refiere el hombre del tiempo cuando habla de las temperaturas, más que nada por la terrible oscilación térmica que soporta lo que la convierte en un referente meterorológico (allí es capaz hacer 25 grados al mediodía y cinco grados por la noche).

También es un referente cultural, la Alhambra sigue siendo una de las maravillas del mundo por más que se lo hayan negado sistemáticamente los jurados esos que evalúan todos los lugares del universo que, en muchos casos, solo conocen de oídas o con un poco de suerte de vista. Es uno de los espacios más visitados y la colas se suceden a lo largo del año. Es más hay que pedir reservas con mucho tiempo de antelación para poder realizar una visita guiada sin contratiempos.

Por no hablar de su posición estratégica como referente turístico. En la temporada de invierno, Sierra Nevada es un espacio ideal para la práctica de los deportes de invierno. No podemos olvidar que hace dos décadas organizó el campeonato del mundo de esquí. Ya en verano, Almuñécar, por poner un ejemplo, cuenta con una de las mejores playas de todo el litoral andaluz.

Hasta esta temporada contaba con un equipo en la Liga ACB con una afición bastante fiel y entregada que, a buen seguro, arropará a los suyos pese al descenso sufrido.

La guinda la ha puesto el fútbol, donde se ha demostrado que todo es posible en ese lugar. El pasado sábado, el equipo que lleva el nombre de la ciudad falló dos penaltis, pero luego el portero, con moratón en la cara incluido, metió el suyo y paro uno más. Lo mejor es que allí el que manda es Quique Pina, que podría hacer realidad el milagro que da sentido a este artículo. Y como todo es posible, si estás tieso, el inglés se raja y conoces a Quique Pina, vende y vete (a Granada, claro)