Bahía Sur tendrá la palabra

Del mal, el menor. El San Fernando vuelve con vida de Loja en un partido en el que se vio dominado por completo pero donde la fortuna y la veteranía de hombres como Pendín o Castillo propició que no se produjese una debacle y que los isleños mantengan intactas sus opciones de pasar de ronda. Primera parte para los de casa, que mataron a los visitantes a base de balones largos. En la segunda se equilibró la balanza un poco más y los de Iriondo pudieron imponer su criterio en determinadas fases, aunque eso sí, sufrieron lo indecible en los contragolpes.

En el once que dispuso Antonio Iriondo sobre el césped artificial del Medina Lauxa no se dieron ninguna sorpresa. Los mismos que ganaron los dos partidos de la primera eliminatoria contra el Jerez de los Caballeros. En el equipo contrario, sin embargo, Fernando Estévez decidió incluir a Álex Bautista de inicio, sorprendiendo a propios y extraños, ya que se contaba con que el defensa no pudiese jugar, por lesión. El San Fernando salió con ganas y no se había cumplido el segundo minuto de juego cuando Iván Guerreo empalmó un balón que se fue rozando el palo derecho de la portería defendida por Rafa Avilés. Eran minutos de tanteo en los que los azulinos se acostumbraban al bote irregular del balón, que hacía algunos extraños pese a que lo regaron antes del comienzo.

Pelota va y pelota viene, el partido fue entrando en el terreno de los de casa en estos primeros minutos. Gato, en el diez, se quedó solo ante David Zamora pero su vaselina se fue alta. Ramiro las estaba ganando todas por arriba y la motivación del extremo derecho del Loja, que estuvo en el San Fernando en la última temporada en Segunda B, era un arma muy valiosa. Los azulinos, ayer de negro ya que estrenaron la segunda equipación, mal en líneas generales en el primer cuarto de hora.

Pero poco a poco, a base de la guerra de Sachetti en el centro del campo y del buen hacer de Beato, fue saliendo de ese atolladero. Una falta directa desde la frontal en el 21’ lanzada por Juanma Ortiz fue sin problemas a las manos del portero David Zamora. Germán, increíble por arriba, solventaba hasta el momento todo el trabajo que le daban los constantes balones largos que el Loja tiraba a sus delanteros para buscar la espalda de la defensa azulina. Se estaba mascando la tragedia hasta que finalmente llegó el gol lojeño.

Fue de nuevo tras un balón largo que dejó solo a Juanma Ortiz, que no perdonó delante del portero isleño, ayer con más trabajo del que se esperaba. Corría el minuto 26 de la primera mitad.

Cuando el San Fernando parecía estar noqueado llegó su ocasión más clara hasta el momento. Un cabezazo de Pedro Carrión lo salvó Rafa Avilés bajo palos.

A la siguiente jugada llegó un nuevo mazazo. Sillero se encontró un balón en el área pequeña y solo tuvo que empujarlo para hacer el segundo, debido a una jugada en la que Sachetti no pudo tapar la entrada de Gato por el costado derecho y la zaga estaba desordenada.

Tímidamente, el San Fernando iba saliendo gracias a la veteranía de Pendín, que salió en el minuto 37 por Iván Guerrero, noqueado tras un balonazo en la cara. Tal es así que poco a poco, los azulinos se iban acercando a la portería de Avilés, y un cabezazo de Pedro Carrión cuando ya se había cumplido el 45 los metía en el partido. Nada más sacar de centro, el árbitro decretaba el final y el panorama cambiaba mucho.

De hecho, salió con fuerza el conjunto isleño tras el paso por vestuario, pero no habían pasado ni cuatro minutos cuando llegó un nuevo mazazo, y otra vez de la misma manera. Un balón largo a la espalda de la defensa dejó solo a Álex Bautista, que batió a Zamora y puso en el marcador el tercero y la eliminatoria muy a favor para los de Fernando Estévez, los que mejor estaban leyendo el partido.

Golpe muy duro del que no sabían cómo reponerse los isleños, que se veían desbordados una y otra vez por un juego directo para el que no encontraban el arma que lo contrarrestase. Solo la banda de Castillo parecía funcionar, aunque el peligro claro no llegaba y iban transcurriendo los minutos para un San Fernando que buscaba un gol que lo metiese de nuevo en el partido y en la eliminatoria.

El Loja era letal a la contra, muy veloz como se esperaba, y encima las fuerzas le acompañaban porque el caso es que ganaban todas las batallas en todas las zonas del campo.

Cuando peor estaban las cosas se le apareció de nuevo la Virgen y todos los Santos al San Fernando. Un balón recuperado por Pendín en el centro del campo iba a parar a Benítez, que acababa de entrar por Canito. El centrocampista se coló por la banda derecha y un centro chut que parecía no tener peligro sorprendía a Rafa Avilés y se colaba por su escuadra derecha. Solo llevaba un minuto en el campo y ya había conseguido ganarse a la sufrida afición isleña, ya que de nuevo se abría la esperanza y el equipo se metía en el partido y en la eliminatoria.

Reacción isleña

El gol espabiló a los de Iriondo, que se hicieron con el control de la pelota y aprovechaba las bandas para crear peligro y acercarse con algo más de criterio a la meta contraria. El partido entraba en una fase que interesaba más a los isleños, aunque eso sí los granadinos no dudaban lo más mínimo en salir a la contra cada vez que les era posible.

Eso sí, la salida de Benítez había dado otra cara al equipo. Al centrocampista le sobraba confianza y hasta se atrevía a tirar desde más de 35 metros para oxigenar un poco a sus compañeros, que se estaban dando una auténtica paliza.

Tras el pequeño receso de unos minutos, de nuevo la guerra. Juego con criterio de los azulinos y respuesta de los blanquiazules al contragolpe. Intercambio de golpes aunque con la prudencia lógica de los últimos minutos, en los que las fuerzas empezaban a fallar. Los locales perdieron mucha velocidad tras el cambio de Gato, que se había vaciado, por Pedro Corral. Roberto Rodiel tomaba mucho protagonismo en estos instantes y era el que tenía la cabeza más lúcida.

Una contra bien llevada por Carrión terminó con un disparo de Sergio Beato que paró sin problemas Avilés. Eso sí, los nervios estaban a flor de piel en la defensa, porque todos eran conscientes de que estaban perdiendo todas las segundas jugadas gracias a la briega de hombres como Sillero, Ramiro o Bautista, muy fuertes ayer en todas las acciones.

Eso sí, la veteranía de hombres como Pendín, Castillo, Benítez o el propio Silveira hacía posible que el partido entrara en una fase que favorecía a los isleños y que no se jugase más de lo justo y necesario. Aunque los lojeños sabían que este resultado les iba a ser muy complicado de mantener en la vuelta del domingo que viene y no renunciaban a buscar el cuarto, ni aún cuando se contaban los minutos de prolongación.

Finalmente, el marcador no se movería y se llegaría al final con un 3-2 que no hacía justicia a lo visto sobre el césped del Medina Lauxa de Loja, pero que deja la eliminatoria abierta y al San Fernando con mucha más vida de la que se pudo marchar si los de casa hubieran estado más acertados de cara a gol. En siete días se resolverá todo en el segundo y definitivo asalto.