SIEMPRE HAY MOTIVOS
Actualizado: GuardarEl obligatorio júbilo de estos días donde acaba un año y empieza otro, pero el Tiempo con mayúscula sigue, tiene su razón de ser: estamos vivos, lo que constituye una experiencia única en la vida, mientras no se demuestre lo contrario. Lo que pasa es que los motivos de contento hay que buscarlos muy bien, ya que no están por todas partes, sino escondidos en el interior de cada persona. Quiero decir que no hay que felicitarse diciendo eso de ¡Feliz año negro!, porque se nos pone mala cara. Ocurren cosas buenas. El tenaz presidente ha sorprendido a la afición retrasando hasta el 2027 la edad para jubilarse a los 67 años. Una alegría compartida por dos clases de gentes: las que están cansadas de trabajar y las que se fatigan por acudir al trabajo aunque no den golpe, quizá por no hacer ruido. No deja de ser una buena noticia, aunque lejana. Otra afecta al turismo: nueve millones de turistas, también llamados peregrinos, han acudido al Año Xacobeo. No conviene cuestionar la verosimilitud de que el patrón guerrero viniese a España en un barco de piedra. Cosas más raras se han visto y además todo depende de los remos.
Pero hay más cosas gratas en el horizonte, aunque sea un mal año para dejar de fumar por gusto, antes de que deje de gustarnos fumar. La 'operación Galgo' ha puesto de relieve el crecimiento del número de patriotas. El entrenador Manuel Pascua le ha confesado a la Guardia Civil que sus admirables atletas lo que deseaban era «no defraudar a España ni a la Federación». O sea, que ingerían las sustancias dopantes sabiendo que les podía conducir, en vez de a una diarrea, al oro olímpico. Somos muchos los que les pedimos a los cicateros dioses que nos concedan el don de la alegría para el año que acaba de venir. Tiene muy mala leche.