LA PRISA DEL HUÉSPED
Actualizado: GuardarEn estas Navidades las personas más hospitalarias están teniendo un exquisito cuidado para no invitar a un pobre a su mesa: temen que no quiera levantarse. Si se queda hasta que pase la crisis se verían en la obligación de tratarlo como a uno más. Los huéspedes y la pesca, al tercer día apestan, asegura el dicho, pero está desmentido por el precio del pescado y por la celeridad mostrada en su visita por el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. Lo suyo ha sido visto y no visto. El banquero, que participó en Madrid en el 'V Seminario de Alto Nivel del Eurosistema y los Bancos Centrales de América Latina' solo ha tenido tiempo para darnos algunos consejos de obligatorio cumplimiento: debemos profundizar en la reforma laboral y abordar el sistema de pensiones.
Los deberes que se le imponen a España son claros, pero se ve turbio que podamos llevarlos a cabo. Nuestro ilustre huésped se ha encontrado con un país donde se le chupa la sangre a quienes trabajan y se analiza la de los atletas. Se pretende «desplazar la edad de jubilación», según el ministro de Trabajo, y extender las vida activa a los 67 años, pero por otro lado se busca acortar la vida de algunos deportistas tramposos, como si fueran ellos los que tienen la exclusiva de sortear con subterfugios las dificultades. Marta Domínguez ha pasado del podio al patíbulo. Ahora se dice que lo hizo por dinero y no solo se investigan sus victorias, sino sus cuentas fiscales. Somos especialistas en linchamientos. Trichet nos ha garantizado un doloroso programa de festejos. Para evitar las turbulencias de los Mercados, los mejor es que no vaya nadie a la compra en nuestro barrio. Los test de estrés tienen que realizarse de manera sistemática, pero falla el sistema.