GUARDIOLA, EL CONTROLADOR
Actualizado: GuardarTodo aquel que conoce a Pep Guardiola y que se ha pronunciado públicamente sobre él coincide en apuntar que es una persona metódica a la que le gusta supervisar personalmente cualquier aspecto deportivo que se te pueda pasar por la cabeza y controlar hasta límites insospechados lo que le dejen sus dirigentes. Sin duda alguna se trata de un técnico peculiar, un avanzado de su tiempo, un visionario del fútbol., pero al controlador se la jugaron este fin de semana sus colegas los controladores.aéreos.
Está muy bien que cada maestrillo tenga su librillo y que el hombre de la colonia quiere tener contentos a sus muchachos viajando siempre el mismo día del partido para conseguir lo máximo posible una conciliación laboral que hoy por hoy es casi una quimera en la mayoría de empleos de este país, pero pretender que la competición se supedite a la comodidad de unos cuantos cuando el resto han hecho bien los deberes y se han pegado una 'paliza' para cumplir con los compromisos y reglas que establece la competición.
Porque si muchos viajeros se quedaron tirados en los diferentes aeropuertos por culpa del capricho de unos cuantos controladores, tampoco era de recibo que otro tipo de capricho hubiera dejado con un palmo de narices a aquellos que planificaron su puente para ver en directo un Osasuna-Barcelona el sábado 4 de diciembre a las 20.00 horas.
Y puestos a romper su norma y perder el control, Guardiola decidió que el sábado era el día perfecto para sacar los pies del tiesto completamente. De otro modo no se entiende cómo en una circunstancia en la que se hubiera requerido humildad y modestia, decidió salir por la tangente y convertir la polémica suscitada por el comportamiento de un club de fútbol en un manido conflicto político-patriótico, con el 'país' catalán y la eficiencia de la Policía de por medio.