GOBIERNO DE RETALES

El señor Zapatero se ha dado una vueltecita por el piojito gaditano y por muy poco dinero se ha llevado unos cuantos retales para tapizar su ego que, por cierto, está bastante deteriorado. El Presidente dice: que a retales nuevos, ideas nuevas. Por lo que se ve y se imagina la Moncloa está falta de buenos materiales y, como hay crisis, lo más correcto era acudir a un vulgar mercadillo y echarle mano al género más económico.

Este hombre tiene suerte. A falta de carisma, la diosa fortuna le sonríe y le proporciona el suficiente material para que no le importa la calidad, y cubrir así, con cierta decencia, el despacho donde trabaja, quizás, para preparar la llegada del nuevo inquilino que, según los expertos, está a punto de incorporarse a la Moncloa. No, no nos confundamos. El nuevo inquilino será un amigo suyo y bastante conocido en Cádiz.

Yo disfruto de lo lindo con estas horteradas que hacen reír más que pensar. ¿Y saben por qué? Porque los autores de Carnaval tendremos a nuestra disposición un amplio abanico de temas para decir las tonterías y pamplinas que se nos ocurre en febrero. Pamplinas que si se analizan bien, son más serias que las pamplinas de la Moncloa. Admito que me equivoco más que Carmen Sevilla en 'Cine de Barrio'.

Confié en Zapatero y mi gozo en un pozo. Confié que al Concurso de Agrupaciones -con la normativa del artículo 26 del COA-, vendrían menos agrupaciones. ¡Pues no! Todo sigue igual, para que nada cambie. Uno se acostumbra de tal manera que le da igual que salga el sol por Antequera o por Gibraltar. El asunto es que salga. El sol es el brillo, el glamour, la parafernalia, la apariencia, el trueque y más todavía.

Alguien dijo que el silencio es oro. Y creo que lleva razón. Calladitos y con la boca sellada estamos mucho mejor los españolitos de a pie que gritando y haciendo huelga general que no ha servido para nada. Con lo que me gusta a mí un piojito.