Pepe Reina, de profesión: ¿futbolista o animador?

El portero del Liverpool se supera a sí mismo en sus dotes de animación. Ya demostró sus cualidades en la celebración de la Eurocopa en la plaza de Colón hace dos años y aunque se hizo esperar, ayer volvió a demostrarlas. El resultado fue inmejorable. Animó aún más, si cabía, el ambiente de fiesta para la celebración del Mundial.

Esperó religiosamente que tuviesen su minuto de gloria el capitán, Iker Casillas, que se enorgulleció de su equipo, el protagonista del tanto de la final, Andrés Iniesta, que se acordó del pulpo Paul y de su gente: «¡Viva España y viva Fuentealbilla!», dijo, y el último de ellos, el seleccionador, Vicente del Bosque, que reiteró su admiración a sus jugadores y agradeció el apoyo recibido de la afición.

Y llegó el momento culmen. El show de Pepe Reina. Ya la gente lo pedía a gritos cuando el futbolista tomó el mando de la masa.

Reina volvió a presentar uno a uno a sus compañeros de selección, provocando sus carcajadas y las de todos los asistentes. Comenzó con el grito de «Espartanos, ¿cuál es vuestro oficio?» A lo que todos gritaron «Ojú, ojú, oju».

Para el capitán, la mejor presentación: «Con el 1, el 20 de mayo de 1981 nace un santo en Móstoles, paró un penalti a Paraguay en cuartos de final, bloca todo lo que hay por arriba en semifinales contra Alemania, le saca un pie a Robben en la final, le saca una mano a Robben en la final... Iker Casillas».

Para su compañero Iniesta: «Con el 6, 'sweet' Iniesta, el hombre que escribió el guión de la final, el hombre que toda España ama».

En uno de los grandes momentos de la noche, mientras Reina anunciaba a Cesc como «el 10, el que no quiere que le diga empanado. El futuro de España y del Barça, Cesc Fábregas». Puyol y Piqué agarraron al jugador del Arsenal y le pusieron a la fuerza una camiseta del Barcelona.

Y el último, él mismo, el portero con más carisma y menor miedo a expresarse tal y como es: «Con el 23 este humilde 'speaker' que está con vosotros de corazón».

Reina, pletórico una vez más, ¡no cambies chaval!