La Ley de Tropa y Marinería, de 2006, mejoró las condiciones laborales del Ejército. En época de recesión se ven como insuperables. :: LA VOZ
Ciudadanos

La crisis llama a filas a los gaditanos

El Centro de Reclutamiento de Cádiz atendió en 2009 a más de 11.000 aspirantes, pero sólo ingresaron poco más de 1.200 Las solicitudes para entrar en las Fuerzas Armadas se han duplicado durante dos años consecutivos

CÁDIZ . Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Protección por desempleo, alojamiento según régimen interior de las unidades, apoyo para la adquisición o alquiler de viviendas, Seguridad Social y seguro de vida y accidentes, medidas de especial protección en situación de embarazo y post-parto y grandes posibilidades de promoción. Y lo más importante: retribución anual en torno a los 15.000 euros. El rotulador rojo se pone como loco a hacer círculos cada vez que se sitúa frente a una oferta de trabajo como ésta. Muchos de los jóvenes, que en su día se vieron aliviados por la supresión del servicio militar obligatorio, han tenido ahora que recurrir a las Fuerzas Armadas para encontrar un empleo.

En una provincia sacudida por el paro y con tradición militar no es de extrañar que el número de solicitudes para ingresar en los cuerpos de tropa y marinería se hayan duplicado en sólo un año. De todo la oferta de funcionariado, la militar es sin duda la que mayor éxito está teniendo en los cursos de la crisis económica.

Durante 2009 fue tal la avalancha de peticiones para participar en las pruebas de selección, que el Centro de Reclutamiento de Cádiz se vio obligado a derivar a miles de candidatos a su homólogo de Ceuta y Melilla. En total, 1.1702 personas mostraron su interés el año pasado en entrar en la convocatoria para el acceso a la condición de tropa y marinería.

De los 9.336, que acudieron al centro de Cádiz, se presentaron a los exámenes 7.191. Para más o menos las mismas plazas de todos los años. Por eso sólo 1.261 candidatos lograron ingresar en las Fuerzas Armadas. Poco más de un millar de afortunados. Con más mérito si cabe a tenor de la competencia, numérica sobre todo. Lo hubieran tenido más fácil en 2008, 2007 ó 2006. Cuando estalló la burbuja, la crisis económica aceleró y la tasa de empleo retrocedió, el Ejército se convirtió en el oasis de los que más apuros empezaron a pasar.

Así, de 2007 a 2008 también se multiplicó por dos el número de solicitudes para alistarse. Se pasaron de las 2.829 citas previas, otorgadas por el Centro de Reclutamiento gaditano, a las 6.095 y de los 1.807 a los 3.898 examinados. Eso sí, también fueron más los que adquirieron la condición de soldado de tropa o marinería. Se pasaron de los 873 a los 1.482 ingresos procedentes de la provincia.

La Ley 8/2006 de Tropa y Marinería fue el primer impulso que recibió una profesión que parecía en proceso de pérdida de popularidad entre las nuevas generaciones. Se mejoraron las condiciones de trabajo, se aseguró aún más el futuro de los soldados y se ampliaron las campañas de promoción y captación. El mensaje de la profesionalización de las Fuerzas Armadas empezó a calar.

Pero ha sido sobre todo la crisis y el cierre de la salida laboral lo que le ha dado el empujón definitivo. Aprender una profesión y disfrutar de un empleo estable, tener posibilidad de prosperar dentro del estamento militar, así como de elegir especialidad, es un cebo muy atractivo al que sólo pudieron agarrarse poco más de 16.500 españoles en 2009, año en el que la convocatoria se dividió en 11 ciclos. 1.261 son gaditanos.

Las plazas por ciclos y Ejército son limitadas. Los requisitos y las pruebas sí están bien fijadas. Se precisa tener cumplidos los 18 y no sobrepasados los 27, estar en posesión del certificado, como mínimo, de haber cursado 2º de Secundaria y pasar un reconocimiento médico. Así, en la fase del concurso se valoran los méritos militares, académicos y generales que pueda acreditar el solicitante. En la oposición se comprueban las aptitudes de los candidatos para determinar a qué especialidad se adapta su perfil psicológico. Luego, se han de pasar las pruebas médicas, físicas y psicológicas. Por último, el aspirante debe superar una entrevista personal realizada por un psicólogo.

Debido a estas exigencias, sólo un 10% de los peticionarios gaditanos logran ganar una plaza. En 2006, sin embargo, el porcentaje se situó en el 33%, ya que de los poco más de 3.000 solicitantes, aprobaron algo más de 1.000.

Son los rangos más demandados, pero los centros de reclutamiento no atienden solamente a los que quieren acceder a la condición de tropa y marinería. Por ejemplo, el año pasado hubo en el centro gaditano 223 peticiones de reservistas voluntarios, se presentaron 165 a las pruebas y le fue concedido el ingreso a 63. Esta categoría engloba a los oficiales, suboficiales, tropa y marinería y consiste en el ofrecimiento por parte del militar en reserva para que lo vuelvan a activar como mínimo durante un mes.

Por otra parte, los que posean el título de Bachillerato pueden optar a hacer carrera en el Ejército a través de las academias militares. Como no se despeje el panorama, 2011 promete ser otro año de récord.