Los que van por derecho quitan penas y se lleban una alegria al güerto

La fase clasificatoria del concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla va llegando a su fin. Anoche, la casa de los ladrillos coloraos acogió la penúltima función de este primer aperitivo en el que figuraban varias agrupaciones de un nivel aceptable antes de que la próxima madrugada Enrique Carrillo de Albornoz tome el micrófono y comience a proporcionar alegrías y disgustos.

De todo el cartel de anoche sobresalía el juicio sumarísimo al que un jurado popular debía someter a la chirigota de José Antonio Vera Luque, este año bajo la denominación de Los que van por derecho. La vista oral previa de ayer resultó bastante favorable a la espera de lo que vaya determinando en días sucesivos el tribunal. Los precedentes siempre juegan en contra de esta gente acostumbrada a sentencias realmente favorables y que sólo pudo disfrutar de un veredicto medianamente favorable que celebraron como un feliz cumpleaños.

El resto de la sesión transcurrió con muchos altibajos. Llamaba la atención el regreso del cuarteto de Algeciras, que comparece como La alegría de la güerta, un referente en la modalidad y auténtico Guadiana del certamen, ya que aparece y desaparece con una habilidad pasmosa. Dejó buenas sensaciones, aunque a cierta distancia de los que copan el podium. Entre lo más reseñable habría que referirse a la comparsa de Fran Díaz, Los quitapenas, un grupo agradable de oír y muy serio, que contrastó con la poca vergüenza del Juanlu Cascana y su tropa de concejales.