Rajoy opta por mantenerse al margen de la nueva polémica en el PP de Madrid
Cobo y el secretario general de los populares madrileños resucitan el enfrentamiento entre Aguirre y Gallardón
MADRID. Actualizado: GuardarNi crisis ni gresca ni polémica, al menos entre los primeros espadas. Fuentes de la dirección regional del PP negaron ayer que se haya desenterrado el hacha de guerra tras conocerse la propuesta del instructor del expediente abierto a Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid y mano derecha de Alberto Ruiz Gallardón, de suspenderlo un año de militancia. Pero en el escalón inferior la estopa reapareció, y con crudeza. Cobo y Francisco Granados, secretario general del PP de Madrid y estrecho colaborador de Esperanza Aguirre, intercambiaron descalificaciones de todo tipo.
La presidenta de la Comunidad de Madrid no quiso mojarse hasta que la sanción no sea firme, aunque echó en falta que el vicealcalde madrileño se retractase de sus palabras. «Cobo ha tenido tiempo de retractarse y no lo ha hecho», recordó Aguirre. El vicealcalde señaló en una entrevista en un diario que la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid era de «vómito» y «ausente de vergüenza» durante el proceso de designación de Rodrigo Rato como nuevo responsable de Caja Madrid.
Rajoy también templó gaitas y se instaló en la neutralidad. El líder del PP se mostró ayer partidario de «respetar y acatar» la decisión que adopte el comité nacional de Derechos y Garantías, una vez que estudie la propuesta del instructor. Rajoy, en una entrevista en Telecinco, se limitó a comentar que el castigo, sea cual sea, parecerá «duro» a unos y «blando» a otros. Lo que sí hizo el presidente popular es dar por zanjada la controversia entre Aguirre y Gallardón. «Hemos tenido dificultades, que han recogido los medios de comunicación, pero creo que en este momento tanto el alcalde, la presidenta y yo vamos a trabajar con intensidad, porque es lo que España necesita», abundó Rajoy. Han sido los 'actores secundarios' los que han mostrado que la controversia en la cúpula del PP de Madrid sigue latente.
Cobo anunció que presentará alegaciones al trabajo del instructor, aunque no recurrirá la decisión final del comité disciplinario. Eso sí, apostilló: «Acatar no es estar de acuerdo». Dejó claro que permanecerá en su puesto en el Ayuntamiento de Madrid, entre otras cuestiones, porque tiene el apoyo tanto del alcalde Gallardón como del grupo municipal popular.
Granados, consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, discrepó sobre la continuidad de Cobo. «Si yo fuera alcalde de cualquier municipio no tendría como portavoz a una persona suspendida de militancia por mi partido», declaró ayer el número dos de Aguirre en el partido. El PP valenciano también se ha aplicado la ley del silencio, tras conocerse que Ricardo Costa, su secretario general hasta hace cuatro meses, se enfrenta a una petición de suspensión idéntica a la de Cobo: un año, aunque en su caso por seguir afirmando que era secretario general del PP valenciano, pese haber sido notificado su cese tras verse involucrado en el entorno del 'caso Gürtel'. El Ejecutivo de Francisco Camps rehusó pronunciarse.