El paso del tiempo y la falta de mantenimiento han pasado factura a ambos edificios. :: C. C.
SAN FERNANDO

Un rayo de esperanza

Los gestores del concurso de acreedores afirman que el caso de La Isla es uno de los más complicados que existen en la empresa Los afectados de Aifos asumen con cautela las soluciones para acabar los bloques tras más de dos años de retrasos

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Un pequeño soplo de aire fresco para los más de 300 propietarios de la promoción de viviendas Cala del Sol, levantada por Aifos y que acumula dos años y ocho meses de retraso en la entrega de los pisos. Los administradores que se encargan de gestionar los bienes de la empresa, desde que entrara en el concurso de acreedores, han anunciado su intención de finalizar ambos bloques a pesar de las dificultades que con ello se plantean. Y es que, desde esta sociedad ya se ha reconocido que la situación existente en La Isla es una de las más complicadas de resolver en cuanto a los conflictos que tiene abierta la promotora, con sede en Málaga, a lo largo de toda Andalucía. Aún así, la asociación de afectados de Calasol (Acasol), se toma con cautela tal intención si bien no se puede ocultar cierta ansiedad por encontrar unas soluciones que pueden llegar en las próximas semanas.

En el caso del bloque dos, que es aquel más atrasado -de hecho se estima que aunque se reanuden las obras aún le quedaría un año de trabajo- los administradores concursales indican que Unicaja está totalmente a favor y en disposición de terminar los pisos dentro del mismo proceso concursal, es decir con el control de los administradores, por lo que se va a volver a estudiar la obra, adjudicarla y terminarla. Creen que con la parte del préstamo que aún hay disponible no deber haber sobrecoste y si existiera sería mínimo para los compradores. Pero, para que esto suceda debe existir un número de compradores significativo. Una cifra que la entidad bancaria no ha dado a conocer aún.

Con relación al bloque uno -que es el más adelantado y al que sólo le queda un par de meses de obras para concluir su ejecución- los administradores concursales y Banesto apuestan por una solución distinta hasta la ahora barajada, que era escriturar los pisos como están.

Necesidad de consenso

Por el contrario, la entidad financiera se hará con la propiedad del edificio con autorización del juez concursal y ejecutando su crédito preferente, es decir, su hipoteca. Para ello, el juez quiere que estén de acuerdo el mayor número de compradores posible. El banco se ha comprometido a poner por escrito las condiciones y el sobrecoste que implicará para cada piso, a fin de que cada comprador acepte también por escrito estas condiciones. Los que sólo quieran recuperar su inversión deberán esperar a que se tramite el proceso concursal para saber si habrá dinero mientras se acumulan denuncias.