Advertencia por cumplir
Actualizado: GuardarLa advertencia del presidente estadounidense, Barack Obama, a las entidades financieras de Wall Street, reprochándoles en el fondo que no hayan sido capaces de asumir su responsabilidad en la detonación de una crisis financiera cuyos efectos aún se soportan, anuncia la adopción de medidas que limiten su omnímodo poder; así como la facilidad con la que continúan repartiendo dividendos y 'bonus' entre sus directivos mientras restringen el crédito. Pero el hecho de que la Casa Blanca no haya sido, hasta la fecha, tan contundente como parecía mostrarse el presidente en su comparecencia pública, las reservas de EE UU ante las iniciativas de regulación global propugnadas en las sucesivas cumbres internacionales, y el detalle de que la reacción de Obama se haya producido tras la determinante pérdida del escaño que había pertenecido a Edward Kennedy en el Senado restan credibilidad a un empeño con el que el mandatario norteamericano había amagado ya con anterioridad. La única lección que deberían extraer los países de la UE sería la de apostar decididamente por reglas exigentes y comunes sobre el sistema financiero, superando la inclinación a que sea cada gobierno el que trate de sortear los problemas que se le plantean dentro de sus fronteras.