Sociedad

'Los enamorados' de Camposoto, pendientes de un análisis de ADN

Aún no se sabe si los cuerpos, con 6.000 años de edad, eran miembros de una misma familia o una pareja de la época

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El Ayuntamiento de San Fernando pretende poner en valor los importantes restos arqueológicos descubiertos en 2008 en torno al Campo de Hockey de la localidad, donde se ubica una gran necrópolis neolítica. Entre los más de 80 enterramientos encontrados (se calcula que hay otra cantidad semejante enterrada bajo las nuevas instalaciones deportivas), hay uno de carácter extraordinario: dos esqueletos abrazados, frente a frente, a los que en su día se denominó 'Los enamorados'. Se trata de uno de los pocos casos de 'abrazo' descubiertos hasta el momento, junto a los 'amantes de Valardo', hallados en la localidad italiana de Mantua en 2007.

Todos estos restos disfrutarán de un espacio privilegiado en el museo municipal de San Fernando, una vez que abra sus puertas tras las reformas de mejora que se están llevando a cabo y que finalizarán en el mes de marzo.

Las investigaciones más recientes han revelado que este enterramiento tiene 6.000 años. Un estudio antropológico preliminar ha determinado que uno de los esqueletos corresponde a un adulto de 35-40 años, cuyo sexo aún no está confirmado, mientras que el otro es de una niña de 12 años aproximadamente.

No obstante, los arqueólogos no son capaces de determinar si se trata de una relación paternofilial o sin embargo, era una pareja de la época, ya que a lo mejor «ya había dado el paso a la madurez», apunta Eduardo Vijande, encargado de la actividad arqueológica.

La delegada del Archivo municipal y responsable del museo, Maria José Suárez, afirmaba ayer que a los restos se les harán pruebas de ADN -al existir suficiente colágeno- para esclarecer la relación que unía a ambos individuos.

Desigualdades sociales

Aun así, según los expertos, este no es el descubrimiento más importante, sí el más mediático. «Esta necrópolis rompe los esquemas de los enterramientos neolíticos de esta zona. Solían ser colectivos pero aquí encontramos tumbas individuales o dobles», apunta Vijande. Además, comienzan a apreciarse las «desigualdades sociales», puesto que «hay estructuras más simples y otras más elaboradas y también tumbas con ajuares y otras no».

Hace 6.000 años San Fernando era una isla, por lo que los historiadores suponían que la población autóctona sería «marginal», pero ésta «es una necrópolis planificada con multitud de enterramientos». Todavía faltan por estudiar los recursos marinos, tales como conchas, cañaíllas o navajas, fuente de alimentación importante en la época; junto a las piedras preciosas y minerales que formaban parte de los ajuares.