UN MARGEN DE CONFIANZA
Actualizado: GuardarLa llegada al club del nuevo máximo accionista ha levantado revuelo y expectación entre el aficionado, algo normal. A la alegría de ver desaparecer de una vez por todas de la entidad al señor Joaquín Morales viene sumada la esperanza de que con el cambio de accionariado arriben tiempos mejores para el xerecismo.
No me canso de decirlo, creo que esta afición se ha formado y ha madurado considerablemente a base de un palo detrás de otro. Con esto quiero decir que me alegra comprobar cómo los xerecistas ven con buenos ojos el relevo en la dirección del club pero con recelo, marcando las distancias. Los tiempos en el que la llegada de nuevos accionistas mayoritarios al club eran recibidos a bombo, platillo y alfombra roja, como en Bienvenido, Mister Marshall, han terminado.
Federico Souza tiene una gran tarea por delante en este club. Deberá poner en orden el cataclismo estructural heredado de los anteriores gestores, y eso llevará su tiempo, por ello no considero correcto que se empiece a atacar o a menospreciar a los nuevos accionistas mayoritarios cuando no llevan en su puesto ni una semana. Yo, al menos, les voy a dar un margen de confianza y de tiempo para que actúen y puedan presentarnos su proyecto. Ya habrá momentos para los reproches y las acusaciones si no cumplen sus palabras pero, por ahora, considero que hay que observar y dejarles trabajar.
Lo que si me ha gustado es la predisposición a charlar y conocer de la mano de las peñas las inquietudes del xerecista. Hechos y no palabras es lo que se le ha pedido a Federico Souza en esa reunión y espero que el argentino tome buena nota. No me quiero hacer ilusiones, aunque reconozco que el cambio institucional y deportivo nos puede venir bien como acicate inmediato. Ojalá se cumpla el domingo el dicho de a entrenador nuevo, victoria segura.