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Tan meritorio como inútil
El Xerez defendió un punto en La Romareda tras la expulsión de Víctor Sánchez Jugaron 35 minutos con un futbolista menos, pero suman un punto que sólo les vale para ralentizar la mala racha
ZARAGOZA. Actualizado: GuardarEl Xerez no es capaz de remontar el vuelo. Apenas lograr coger un poco de carrerilla, pero ni mucho menos alcanza a abrir las alas, pues de momento no ha demostrado ni tenerlas. Ayer (a diferencia de otros días) sí pudo salir de La Romareda con la conciencia tranquila por haber competido al límite, haber demostrado agallas y por haberse dejado la piel por un mísero punto. Y todo ello teniendo presente que a Mateu Lahoz le dio por complicar aún más las cosas y dejó al Xerez con un jugador menos durante más de 35 minutos. Por eso, el empate salvado en Zaragoza es muy meritorio, incluso bueno en condiciones normales. Pero el día a día del Xerez tiene poco de normalidad y necesita mucho más de lo que ofreció en territorio maño si pretende aventurarse a intentar el milagro, pues los azulinos se descuelgan aún más del vagón de cola -están a nueve puntos de los puestos que dan la permanencia- y dejan escapar una nueva oportunidad de lograr la primera victoria de la temporada lejos de Chapín.
Todo, porque Poyatos no hizo más que seguir con la dinámica que traía Ziganda. Antonio salvó el marrón -pues era una papeleta aunque ni él mismo quisiera reconocerlo- con las misma armas que lo hubiera hecho el Cuco. Era el partido de Poyatos, pero al jerezano no le gusta eso de hacer mucho ruido y, como ya adelantó, el once inicial no deparó sorpresas. Poyatos apostó por la continuidad aunque tapó a su manera los muchos huecos que habían quedado tras el encuentro contra el Valencia. La defensa cambió casi por completó, pues sólo quedaba Leandro Gioda de la última alineación de Ziganda. Por la derecha defendió Redondo, que tuvo que parar a Lafita. El maño era más rápido, más alto y puede que más fuerte que el lateral sevillano, pero Redondo le ganaba en experiencia y tiró de ella para impedir que el peligro del Zaragoza llegara por la banda izquierda. Cuando no le metía el culo en el costado, entraba con fuerza y cuando no le aguantaba logrando que casi no apareciera en todo el partido. Sólo una vez encontró el espacio suficiente para cargar la pierna y disparar a puerta desde la frontal del área a mediados de la primera parte. Renan blocó sin problemas el derechazo del media punta.
Moreno vs Suazo
En el centro de la zaga apareció una novedad con solera, pues a Vicente Moreno le tocó hacer de comodín y retrasar su habitual posición hasta el epicentro de la zaga. Allí tuvo que vérselas con la estrella de la jornada, pues todas las miradas estaban puestas sobre Suazo, que debutaba con la camiseta zaragocista. Al igual que Juan Luis Redondo, Moreno también logró ganar su particular batalla, pues apenas sufrió con el chileno. El punta del cuadro maño casi siempre recibía de espaldas a la portería y pocas veces trató de superar en velocidad al valenciano -talón de Aquiles de Vicente-. Además, Suazo mostró un extraño tic que le hacía controlar el balón con la mano, lo que benefició mucho a los azulinos.
Por el flanco izquierdo volvía Mendoza tras meses de grada. El lateral jerezano ni mucho menos fue el que era pese a sus intentos por ofrecer la mejor de sus versiones, pero tuvo medianamente atado a Eliseu. Otro gallo cantó cuando saltó al campo Pennant. Jesús lo pasó mal con el inglés, pues en la segunda parte comenzó a acusar la falta de ritmo y el británico entraba desde atrás como un auténtico misil y fue la mayor amenaza en los últimos minutos de un partido que en líneas generales ofreció poco. En la primera parte hubo mucha igualdad, muy pocas ocasiones de peligro y contados tiros a puerta. La mejor aproximación de los azulinos fue un cabezazo mal ejecutado de Momo que salió demasiado cruzado. El canario remató libre de marca pero no acertó a marcar la dirección necesaria para que el esférico llegara al fondo de las mallas.
La del zurdo azulino fue la mejor y casi única opción real de marcar de un Xerez que apenas existió en ataque. Mario Bermejo siempre jugó de espaldas a la portería y gastó todas sus fuerzas en pelear por un balón que pocas veces llegaba al área del Zaragoza. Carlos Calvo fue de los más activos, pero tuvo poca efectividad. Lo mejor fue una jugada en la que llegó a línea de fondo y le robaron el balón con la mano. Mateu dijo no ver nada.
Pocas llegadas
El Zaragoza tampoco tuvo muchas más que los de Poyatos. La más clara de la primera parte llegó con un libre directo de Eliseu que pegó en el palo. En la segunda parte no supo aprovechar la superioridad que le regaló el colegiado, ya que si a Víctor se le fue el pie, a Mateu se le escapó la roja, pues es cierto que el centrocampista xerecista llegó tarde y golpeó a Eliseu, pero no tuvo en cuenta el trencilla la intención ni la fuerza con la que entró el catalán. Dejó al Xerez con uno menos y con el equipo colgado del larguero, pues desde ese instante el Zaragoza se plantaba con mucha facilidad en la frontal del área. Allí el muro xerecista contrarrestaba bien cada una de las jugadas de los zaragocistas, que tuvieron la mejor de sus ocasiones en el descuento. A Jorge López se la pusieron en bandeja en la frontal del área chica, pero la presión le pudo y no acertó a marcar. De haberlo hecho abría matado a un Xerez que está obligado a ganar los dos próximos partidos si pretende mantener el tipo en lo que resta de Liga.
Zaragoza: Carrizo, Diogo, Paredes (Balic, 75'), Jarosik, Pulido, Ander, Ponzio, Jorge López, Lafita (Pennant, 65'), Eliseu y Suazo (Arizmendi, 65').
Xerez: Renan, Redondo, Mendoza, Leandro, Moreno, Víctor Sánchez, Bergantiños, Momo (Armenteros, 63'), Carlos Calvo (Orellana, 73'), Abel Gómez y Bermejo (Míchel, 88').
Árbitro: Mateu Lahoz (Colegio Valenciano). Mostró cartulina amarilla a Bergantiños, Redondo, Armenteros, Ander. Expulsó a Víctor Sánchez (54') con roja directa.
Incidencias: La Romareda. Se guardó un minuto antes de comenzar el partido por las víctimas del terremoto de Haití.