Los vecinos de la Almadraba consiguen que se canalice un caño que está lleno de basura

Se trata de una reivindicación histórica de los vecinos de la Almadraba y tras varios años de lucha al fin han conseguido que se les escuche. La pieza, el caño de agua que recorre la trasera de las viviendas, se va a canalizar y por tanto los vecinos no tendrán que soportar toda la basura que se acumula en el lugar y que proviene tanto de la barriada como de otros puntos de la ciudad.

Actualmente la actuación se encuentra en fase de estudio y la intención del Ayuntamiento es la de incluirla dentro del próximo plan estatal que el Gobierno central ya ha anunciado. Al parecer se están atando los últimos cabos en cuanto al presupuesto y plazo de ejecución de uno de los equipamientos más esperados en la barriada que ha tenido que pelear tanto con insectos, con todo tipo de roedores así como con el mal olor procedente de un caño que se transformó en el desagüe de pluviales del lugar.

La intención municipal es la de realizar un nuevo canal de tormentas, sobre todo tras observar los resultados del finalizado en la zona de Buen Pastor y que ha evitado que las viviendas se anegaran tras las últimas lluvias. Sin embargo, el presupuesto sobrepasa lo estipulado inicialmente por el Consistorio de manera que se va optar por solucionar el problema a través de varias fases. De esta forma, lo primero que se va a acometer es una nueva canalización en la zona con el tapiado de la pieza para evitar que los vecinos tengan que seguir viendo desde sus ventanas el río de porquerías que hay.

Unas tuberías harán la función actual del caño que comienza a la altura del muelle de Gallineras y que tiene su salida a Sancti Petri por la salina del Estanquillo. Un largo recorrido que es precisamente lo que encarece el coste de una actuación que se había convertido en la eterna promesa de los diferentes gobiernos municipales. Razón por la que la asociación de vecinos de la Almadraba ha mostrado su satisfacción ya que están cansados de escuchar futuras soluciones que el tiempo desvanece.

Lo que no entienden es que se haya tardado tanto tiempo en plantearse el problema por parte de la administración local. De hecho, una vez que conocieron las actuaciones planificadas para el anterior plan de ayuda estatal, se quejaron de que la pieza fuera olvidada. Ahora han escuchado sus reivindicaciones y aunque desde el gobierno municipal ya se ha advertido que la actuación está en fase de estudio -como muchas otras- desde la asociación de vecinos se da incluso una fecha de inicio de las obras. Febrero se pone como el posible mes para que la pieza se convierta en un mal recuerdo de los residentes. El problema se vuelve insoportable en verano ya que es la época en la que se acumula el agua estancada y por tanto toda la porquería que cae al caño. La lluvia facilita la salida de todos los desperdicios, temidos por los vecinos al verlos como un grave foco de infección que algunas viviendas tienen bajo su ventana. Uno de los barrios más guerrilleros de la ciudad -tal y como demostraron en sus protestas para conseguir el deslinde de Costas- ha vuelto a conseguir una pequeña victoria para la mejora de sus calles, que sufren un acusado abandono municipal. La pieza es la mejor muestra de ello.