Impuestos de transmisiones
Actualizado: GuardarBasta leer el BOJA para comprobar que las revisiones catastrales de los inmuebles urbanos de 18 municipios de la provincia, desde el año 2.007 hasta ahora, están infladas y exceden del 50% sobre el valor real, que es el límite legal. Motivo suficiente y objetivo para anular esas revisiones.
Nos referimos a la Orden de 18 de Diciembre de 2.009 de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta. Esta, basada en complejos estudios de mercado, dispone que el valor real estimado para las trasmisiones de inmuebles urbanos para el año 2.010 (su valor de mercado) sea el producto de aplicar un coeficiente al valor catastral. Por lo que se refiere a nuestra provincia, llama especialmente la atención, que el coeficiente multiplicador establecido para San Roque, Tarifa y Barbate, (cuya revisión catastral tendrá efectos a partir de 2.010), sea del 1.5, 1.6 y 1.7 respectivamente. Esto es un claro síntoma de que esas revisiones hechas por el Catastro, basadas en las ponencias de valores, no están referenciadas correctamente al valor del mercado y lo sobrepasan, pues si fueran adecuadas deberían de multiplicarse, como mínimo, por dos (el valor catastral no puede superar el 50 % del de mercado). A su vez, probaría que el valor catastral de esas poblaciones excede del 25%, 20 % y 15%, respectivamente, del valor de mercado.
No han sido éstos los únicos datos llamativos. Una orden de esa misma Consejería, del año anterior, establecía para el 2009 coeficientes del 1.1, 1.2, 1.4, 1.6 y 1.8, para Zahara, Grazalema, Alcalá del Valle, Puerto Real y Algeciras, respectivamente. En todos estos municipios las revisiones entraron en vigor en ese mismo año, por lo que, utilizando la misma regla, se demuestra que sus vecinos soportaron una sobrevaloración catastral y una injusta carga impositiva del I.B.I.
Si observamos ese factor multiplicador para todas las poblaciones de la provincia, se evidencia que a ninguno de los municipios que han sufrido revisiones catastrales desde el 2.007 se le aplican coeficientes multiplicadores del 2 o superiores. Destacan, de los revisados en 2.008, Chiclana y Conil, con un 1,3 y Jerez, con un 1,4; Chipiona, revisado en 2.007, con un 1,3. Estos datos demuestran una sobrevaloración que va del 30 %, caso de Jerez a un 35% en el resto. Todo ello probaría el efecto del pinchazo inmobiliario en el valor de los inmuebles y recomendaría rechazar nuevas revisiones catastrales en otros municipios hasta que se estabilice el mercado. En caso contrario se provocaría un injusto daño a los contribuyentes.