Río de Janeiro acumula 7.027 muertes violentas entre enero y noviembre
Se contabilizaron 29 policías muertos en acto de servicio y 974 presuntos delincuentes fallecidos en enfrentamientos con los agentes del orden
RIO DE JANEIRO Actualizado: GuardarEl estado brasileño de Río de Janeiro acumula 7.027 muertes violentas entre enero y noviembre de 2009, ha informado el Gobierno regional. Por tipo de muertes, en la región -en donde viven cerca de 15 millones de personas- se registraron 5.318 asesinatos en los once meses señalados, según el balance divulgado por el Instituto de Seguridad Pública regional.
Los homicidios en segundo grado sumaron 230, ocurridos en robos o trifulcas, y fueron hallados 476 cadáveres cuya causa está bajo investigación, por lo que inicialmente no se registran como asesinatos. También se contabilizaron 29 policías muertos en acto de servicio y 974 presuntos delincuentes fallecidos en enfrentamientos con los agentes del orden.
De estos índices, el número de asesinatos es el único que empeoró entre enero y noviembre, puesto que se registró un aumento del dos por ciento, según las cifras del órgano de seguridad regional.
Homicidios extrajudiciales
El resto de indicadores reflejó ligeras reducciones, incluyendo el número de víctimas mortales ocurridas en tiroteos con la policía, punto que preocupa especialmente a los organismos internacionales que celan por la defensa de los derechos humanos. El último en levantar la voz fue "Human Rights Watch" (HRW), organización defensora de los derechos humanos, que en diciembre publicó un informe en Río de Janeiro en el que denunció la muerte de 11.000 personas a manos de la policía carioca y la de Sao Paulo en los últimos cinco años.
El director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco, afirmó que "una cantidad significativa" de estas muertes fueron ejecuciones extrajudiciales que, en su mayoría, quedaron impunes. En 2008 la policía de Río se cobró la vida de 1.137 supuestos delincuentes, frente a los 371 registrados en Estados Unidos en igual periodo, según una comparación recogida en el informe de HRW.
La seguridad de la segunda mayor ciudad de Brasil se ha convertido en una preocupación internacional desde que fuera elegida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, en octubre pasado. Desde entonces, el Gobierno regional ha intensificado su política de ocupar con la policía varias de las mil favelas de la ciudad, que estaban en manos de bandas armadas de narcotraficantes.
El Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha prometido recursos adicionales para la seguridad de Río de Janeiro antes y durante los Juegos Olímpicos. Además, el gobernador regional, Sergio Cabral, anunció medidas adicionales como la contratación del ex alcalde de Nueva York, Rudolf Giuliani, como asesor en seguridad para aplicar en Río su política de "tolerancia cero" contra la delincuencia.