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Caprichosos once metros
El Cádiz B salva un punto al errar Abel, autor del gol visitante desde el punto fatídico, una pena máxima en el alargue
Actualizado: GuardarEl punto de penalti fue el principal protagonista ayer en El Rosal. Los once metros le otorgaron el tanto del empate al Atlético Sanluqueño a los pocos minutos de comenzar el segundo periodo, al tiempo que esa misma distancia privó al equipo de Ali de lograr la victoria en feudo del filial del Cádiz.
Curiosamente, los caprichos del destino hicieron que Abel Luque, autor del tanto del empate tras batir a Ricardo desde el punto de penalti, fuese el jugador que desperdiciara una ocasión inigualable para su equipo en el minuto 94. Los papeles se tornaron y el galardón de héroe pasó a manos del guardameta amarillo, que dejó al atacante a un paso de la gloria.
A fin de cuentas, la gesta de Ricardo sirvió para que una vez más en la presente temporada, y ya van nueve, los hombres de Ángel Oliva igualaran un partido. Una cifra que consolida al Cádiz B como el auténtico rey del empate junto a otro filial, el cordobesista.
Poderío aereo
Una jornada más, el segundo equipo de la entidad cadista salió en busca de los tres puntos. Tal es así que el conjunto local trató de imprimirle un carácter intimidatorio, actitud que le sirvió para delantarse en el marcador poco después del primer cuarto de hora. Y es que, aunque el filial amarillo no creó excesivas oportunidades de peligro ante el marco defendido por Terrén, no es menos cierto que sí supo dominar el centro del campo en los primeros compases.
Una vez más, el Cádiz B aprovechaba su poderío a balón parado y dejaba en desventaja a su rival. En esta ocasión, Rubén Díaz se elevó por encima de la zaga verdiblanca y batió al guardameta visitante tras un gran saque de esquina de Caballero, que cuajó un gran partido.
La tónica no varió demasiado en el siguiente tramo. De hecho, los pupilos de Ali trataban de frenar las jugadas de estrategia de los de Oliva, que seguían haciendo gala de su excelente envergadura. Tras la reanudación, el decorado cambió notoriamente. La entrada en el rectángulo de juego de Paco le dio nuevos bríos a los visitantes. De hecho, una de sus apariciones propició el penalti transformado por Abel.
El gol de los de El Palmar reactivó las intenciones ofensivas de los locales, pero la expulsión de Migue, propiciada por insultos al árbitro asistente, trastocó los planes del filial.
El final ya es conocido por todos, Abel conoció el amargo sabor del punto fatídico y el equipo sanluqueño se dejó dos puntos de oro.