Una obra de arte en el buzón
Actualizado: GuardarCada vez enviamos menos cartas. Y, lógicamente, tampoco las recibimos. Hace ya bastante tiempo que el buzón de casa parece un triste depósito de recibos o, lo que es peor, un vertedero abarrotado de folletos, anuncios de comida rápida y otros señuelos publicitarios. El correo de toda la vida, el que sobrevivió a las revoluciones del telégrafo y el teléfono, parece malherido desde la aparición del correo electrónico, ese primo joven y vigoroso que corre tanto y permite resolver cualquier asunto en cuestión de segundos.
Pero no nos digan que, viendo sellos como los de esta página, no dan ganas de sentarse al escritorio -sí, habrá que retirar primero el ordenador- y ponerse a redactar unas cuantas cartas, aunque sólo sean felicitaciones tardías del año nuevo. Todos ellos forman parte del programa de emisiones para 2010 del Servicio Postal estadounidense y el Royal Mail británico. Los cuatro de arriba, está claro, son la opción americana, americanísima: por 44 centavos se puede elegir entre William S. Hart, Tom Mix, Gene Autry y Roy Rogers, cuatro genuinos cowboys de la pantalla. En medio tienen a 'Herbie', un perro recogido de las calles y realojado por el albergue londinense de Battersea. Y, abajo, las 'campanas tubulares' de Mike Oldfield, parte de una serie de diez míticas portadas de discos que también incluye álbumes de Pink Floyd y de Blur.
Cierto, también pueden dejar el ordenador en su sitio, descargarse las imágenes de los sellos -¡incluso las tienen en alta resolución!-, adjuntarlas en un correo electrónico y enviarlas a todos sus amigos de las redes sociales. Las recibirán ahora mismo, pero, de verdad, seguro que lo agradecen menos. El viejo correo, esa carta aventurera y tozuda que avanza hacia su destino por los medios que haga falta, todavía sigue ganando en magia.