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Un suicida hiere al gobernador de Ramadi

BAGDAD. Actualizado: Guardar
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Ramadi, capital de la provincia iraquí de Al-Anbar, revivió ayer uno de sus capítulos más violentos con un doble atentado contra la sede del Ejecutivo regional en el que murieron 25 personas y otras 60 resultaron heridas, entre ellas el propio gobernador .

Fue uno de sus escoltas el que pretendió acabar con la vida del presidente regional, Qasem Mohamed, al hacer estallar la bomba que portaba cuando el gobernador se dirigía al lugar donde se había producido un ataque anterior, según relató el vicepresidente de esta provincia occidental, Dari al-Arsan. Mohamed fue evacuado en un helicóptero militar a un hospital en Bagdad para recibir tratamiento de sus heridas.

Momentos antes del ataque al gobernador, la explosión de un coche bomba junto al edificio del Ejecutivo regional tiñó de sangre la zona y sus alrededores en la acción más mortífera tras la cadena de atentados que el 8 de diciembre sacudió Bagdad y segó 127 vidas, además de dejar 450 heridos.

La provincia de Al-Anbar, de mayoría suní, se convirtió en la principal plaza fuerte del grupo terrorista Al-Qaida tras la caída del régimen de Sadam Hussein en 2003, hasta que sus miembros fueron expulsados con la ayuda de las tribus locales.

Pero la red terrorista que dirige Osama bin Laden todavía propina letales coletazos en territorio iraquí, sobre todo contra la comunidad chií. Y para dar más altavoz a sus acciones aprovecha, como en esta ocasión, la festividad religiosa de la Ashura, la más importante del chiísmo, que conmemora la muerte del imán Husein -nieto del profeta Mahoma- en el año 680 en la batalla de Kerbala tras ser derrotado por las huestes del califa omeya.