Djokovic se sube a los escenarios
El tenista serbio, número tres del mundo y un talento como imitador, creará una banda de rock con su hermano
Actualizado: GuardarNovak Dokovic es una caja de sorpresas. Un deportista diferente cuya fama como 'showman' es casi tan grande como la de tenista. El serbio ha cerrado el año como número tres del mundo y para 2010 quiere crecer aún más para asaltar el reinado que hasta ahora han ostentado Roger Federer y Rafael Nadal. Pero sus planes no se detienen en la pista de tenis. Sus inquietudes van más allá y está dispuesto a sacar tiempo entre torneo y torneo, entre viajes alrededor del mundo, para formar una banda de rock junto a su hermano Marko y un grupo de amigos.
Viniendo de Djokovic, la noticia tampoco es que haya sorprendido demasiado. Sólo hay que fijarse en la fotografía que acompaña esta información para descubrir que el serbio es un apasionado de la música. Los aficionados al tenis seguro que recuerdan una celebración de Djokovic utilizando su raqueta a modo de guitarra en el transcurso de algún partido.
Pero ahora el jugador parece dispuesto a tocar de verdad. Tal y como explicó a un periódico de Belgrado, «para el próximo año he decidido formar una banda y espero tener éxito en ello. Estoy dispuesto a dedicar bastante tiempo libre para perfeccionar mi dominio del bajo», su intrumento. Su hermano Marko será el batería de la formación. No será la primera incursión de Djokovic en el mundo de la música. El pasado verano colaboró junto al croata Ivo Karlovic en la creación de un disco de hip hop, un estilo de música en el que este último estaba bastante interesado.
Aunque hasta ahora, más que de su amor por la música, los aficionados tenían constancia del gusto de Djokovic por las imitaciones, entre las que destacan las de algunos de sus compañeros en el circuito mundial. En youtube se pueden ver las más conocidas, entre las que destacan las de Sharapova, Roddick, Federer, Nadal o McEnroe, y que cuentan con muchísimos seguidores. Sólo hay que ver el número de entradas...
Todo empezó en Flushing Meadows en 2007, cuando tras ganar en cuartos de final a Carlos Moyá, el presentador del torneo reveló que era un gran imitador.
El clamor del público, solicitando una demostración de sus dotes de actor, hicieron el resto. Djokovic se colocó su ropa, se fue a la línea de saque y desarrolló una imitación de Sharapova que puso en pie a los aficionados. Y, acto seguido, imitó a Nadal, incluido su tic con los pantalones. Precisamente con el balear protagonizó otra de sus múltiples anécdotas sobre una cancha, cuando en el pasado Masters de Roma tuvo que imitarle durante la entrega de premios.
Válvula de escape
Lo cierto es que Djokovic, a sus 22 años, es un jugador diferente, dotado de un gran sentido del humor que no duda en mostrarlo a la menor oportunidad. De ahí las peticiones de los aficionados para que les haga reír en determinados momentos del partido.
Pero que nadie se confunda. Djokovic es el tercer mejor tenista en la clasificación mundial y su faceta de humorista sólo es una válvula de escape, una forma de sentirse mejor con lo que hace y de quitarse presión. Por eso, reconoce que a veces ha pensado en no realizar más imitaciones porque teme que la gente le reconozca más por ellas que por su tenis y sus resultados.
No debería, porque con tan sólo 22 años, ya acumula 16 torneos en su haber. Además, este año ha sido el de su confirmación, en el que ha ganado hasta cinco campeonatos y que le ha servido para pensar que el año 2010 puede ser su año, la temporada en la que puede disputar tanto al suizo Roger Federer como al español Rafa Nadal el ansiado número uno del mundo. Sería el momento cumbre de la carrera del hijo de Srdjan y Dijana, que dejó su casa a los 12 años para prepararse en Múnich en la academia de Niki Pilic y que es tan capaz de ganar un Open de Australia como de imitar a Chiquito de la Calzada en un programa de televisión español. Todo talento.