Y el xerecismo dijo basta...

Anónimos y muy dolidos por la situación deportiva e institucional que padece el club, un millar de aficionados aproximadamente dejó claro ayer en la puerta 3 del Municipal de Chapín que el Xerez le duele. La tradicional puerta que suele esperar la llegada de personalidades a cada partido fue ayer la puerta de los xerecistas «de corazón» que no aguantan más la situación de una entidad hundida en lo deportivo y que roza el caos en lo institucional. Y bien es cierto que el municipal jerezano ayer no albergaba ningún partido sobre el césped, ya que el encuentro más complicado se está lidiando a pie de calle.

Lo que comenzó con la creación de una plataforma formada por la Federación de Peñas y la Agrupación de Peñas y Abonados del Xerez (APAX) llegó ayer a su culmen. Y es que un millar de xerecistas decidieron concentrarse de manera anónima ante lo que entienden es una situación grave dirigida por un Joaquín Morales al que ayer volvieron a pedir su marcha del club. En esta ocasión no fueron 10.000 firmas las que hablaron, sino 1.000 gargantas que aguantaron durante 45 minutos el frío invernal que sufre en estos días la ciudad. 45 minutos, al primera parte de un partido cuya segunda mitad, como bien se dijo ayer, «ahora la tiene que jugar el señor Joaquín Morales».

Y eso que el día no acompañaba. Manuel Joya, 'motero' y xerecista desde hace años, rompió su anonimato para asegurar que «el frío y la época no ha sido la adecuada para congregar a más aficionados». Del mismo modo pensaba José Fermín Campos. Abonado del Xerez desde tiempo atrás, no se quejaba de la falta de público en este partido tan complicado. Todo lo contrario, Fermín aseguraba que «aquí están los xerecistas de corazón, los de toda la vida. Aquellos que vivimos y sufrimos partidos ante Los Boliches, el Maspalomas o la Gramanet». Sin embargo, la sensación que se vivió ayer en la concentración xerecista fue clara: «Hemos venido pocos, pero todos somos xerecistas que va a poner su granito de arena para hacerle ver al señor Joaquín Morales que aquí ya no pinta nada».

Y es que la multitud ya lo gritaba: «Este club es de la afición». El millar, tan dolido y anónimo como la masa, era el ejemplo claro de una afición que dejó patente que el futuro de la entidad, como en todos los clubes, pasa por ellos: «Sin nosotros no sois nadie».

El futuro del club

Pero eso sí, también tienen claro que esta protesta, como otras anteriores, pasará desapercibido para el consejero delegado del Xerez. «Pasó con las firmas y volverá a suceder lo mismo hoy (por ayer), pero el señor Morales ya sabe que la afición no lo quiere aquí y que el futuro del club pasa por que se marche», relata José Fermín Campos. Manuel Joya también piensa lo mismo: «Esta protesta no servirá para nada, pero aquí estamos».

«Cada uno pone su granito de arena», recuerda un aficionado que irrumpe en plena conversación. Se acuerdan de Esteban Vigo, del mal momento deportivo. El partido ya está en el tiempo añadido de la primera mitad. Los jugadores en este caso no salen sudando ni cansados, sino congelados, pero felices. Han pedido la dimisión del consejo, del director general y la marcha de Morales de mil y un modos diferentes. Son mil, aunque algunos esperaban más. Eso sí, la satisfacción es general porque la idea la han dejado clara: «Este es el sentir de la afición», comenta Francisco Amador bien agasajado para protegerse de las bajas temperaturas.

«No más mentiras», reza un cartel ya adornando la acera. «Esta es el sentimiento de una afición quemada», relatan en la pancarta. Y es que el Xerez está mal, por eso la afición pide «cuidarlo».