El Gobierno ultima el regreso de Haidar a El Aaiún tras 32 días en huelga de hambre
Un acuerdo hispano-francés con Marruecos permite que la activista regrese «por razones humanitarias» sin pedir perdón al país vecino
MADRID. Actualizado: GuardarEl calvario de Aminatu Haidar, tras 32 días en huelga de hambre, parece que llega a su fin. La activista saharaui podría volver en las próximas horas a El Aaiún en un avión fletado por el Gobierno español. Regresaría a su país como llegó el 14 de noviembre: sin pasaporte. Las diplomacias de España y Francia, tras una jornada de vértigo diplomático, lograron cerrar un principio de acuerdo con las autoridades marroquíes para que permitieran el ansiado retorno por cuestiones humanitarias y sin pedir perdón al país vecino, según informaron fuentes del Ejecutivo.
Se desconocen, por el momento, los términos de dicho pacto y si contempla o no contraprestaciones políticas o económicas para Rabat. La hospitalización de Haidar, que se produjo en la madrugada de ayer a petición propia, resultó también clave para lograr el salvoconducto de Marruecos. El 'caso Haidar' comenzaba a dañar la imagen del reino alauita, según reconoció ayer en Madrid el ministro marroquí de Economía, Salaheddine Mezouar.
Un avión medicalizado procedente de Madrid, aterrizó a las 21.10 horas (peninsular) para trasladar a Haidar a la antigua ciudad española de El Aaiún. Al cierre de esta edición, el aparato aún seguía en el aeródromo mientras que un centenar de simpatizantes de la causa saharaui se concentraban en la puerta del centro médico para despedir a la mujer. La activista tenía previsto volar acompañada con la única compañía de su médico y su hermana Laila. La composición de la comitiva sería así diferente a la del primer intento de viaje, el del 4 de diciembre, cuando junto a la activista pretendía volar el jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores y una diputada socialista.
España se ha esforzado en las últimas semanas en granjearse apoyos en esta crisis en la que convergían cuestiones humanitarias -la salud de Haidar se deterioraba día a día a causa del ayuno- con un claro trasfondo político, la situación de 'punto muerto' en la que se encontraba en la actualidad las negociaciones para la autodeterminación del pueblo saharaui. El ministro Miguel Ángel Moratinos ha logrado involucrar a Estados Unidos, Francia y Argelia, además de recibir muestras de apoyo de la ONU y de la Unión Europea.
Jornada frenética
La jornada fue frenética y varios hechos señalaban la posibilidad de que, esta vez sí, Aminatu Haidar pudiera regresar a su casa con sus hijos, condición irrenunciable que había puesto la saharaui para abandonar su guelga de hambre. A primera hora, el Parlamento europeo suspendía, a instancias del grupo socialista y del popular, la votación de una resolución sobre el 'caso Haidar' para no «enturbiar» una posible salida a la crisis.
Horas después, José Luis Rodríguez Zapatero, desde la prudencia que ha reclamado con insistencia para este asunto, declaró en los pasillos del Congreso que las negociaciones con Marruecos «van mejor», pero no dio ningún detalle más.
La clave de la jornada, sin embargo, ocurrió por la tarde. Moratinos interrumpió sus explicaciones en la Comisión de Asuntos de Exteriores del Congreso, donde informaba precisamente del 'caso Haidar', porque recibió un aviso, la nota se la entregó el presidente de la Comisión, de que las negociaciones se habían intensificado en las últimas horas. También apeló al sigilo, aunque anticipó a los parlamentarios que esperaba anunciar «en breve» la resolución al conflicto.
Fuentes del Gobierno confirmaron que durante todo el día se trabajó en una fórmula para evitar «vencedores y vencidos», aunque la situación de partida era ciertamente compleja. Marruecos acusaba a Haidar de rechazar el pasaporte, y la activista, a su vez, acusaba a Rabat de haberle retirado la documentación. Las autoridades del reino alauita, además, reclamaban una «disculpa» de Haidar, petición rechazada por la mujer, al igual que declinó la oferta de España de poder retornar a El Aaiún con un pasaporte español o con un documento de la ONU en calidad de refugiada.
El margen de maniobra, por lo tanto, era estrecho. Se habló, incluso, de la posibilidad de que dos hermanos de la madre de Haidar (promarroquíes) pidieran un 'perdón real', aprovechando que este fin de semana se celebra el fin de año -según el calendario árabe-. Es usual que el rey Mohamed VI aproveche las festividades más señaladas para otorgar indultos.
Sin embargo, la versión más consistente sobre el acuerdo para desbloquear esta crisis sería, destacaron fuentes del Ejecutivo, que Rabat pudiera conceder a Haidar un salvoconducto por «razones humanitarias», tras haber sido ingresada en un centro médico por «vomitar sangre» en dos ocasiones.
Situación difícil
El propio Moratinos dijo ayer en el Congreso que Aminatu Haidar había conseguido su primer éxito: devolver a primer plano internacional el conflicto del Sahara. De hecho, el alto comisionado de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental habría reclamado que se reanudarán, a la mayor brevedad posible, las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario. Unas prisas que desagradan a Rabat. En este contexto, el ministro marroquí de Economía y Finanzas, Salaheddine Mezouar, en una conferencia en el Forum Europa de Madrid, reconoció que el caso de Aminatu Haidar está poniendo «en una situación difícil» a Marruecos, pese a que insistió en que su país es la víctima» en esta crisis frente a los que le acusan de agresor.
Salaheddine Mezouar aseveró que tanto su país como España han ofrecido soluciones de todo tipo para resolver el problema y que la decisión última la debe adoptar Haidar. Rechazó, asimismo, que este incidente pueda enturbiar en el futuro las relaciones hispano marroquí y auguró además que ambos países superarán la situación con «inteligencia y visión compartida de futuro».