La juez rechaza el traslado a un psiquiátrico del agresor de Berlusconi y le mantiene en prisión
Un hombre con problemas mentales trata de entrar en la planta del hospital donde está ingresado el primer ministro italiano
ROMA Actualizado: GuardarMassimo Tartaglia, el hombre que este domingo agredió al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, permanecerá en la cárcel, según ha decidido la juez que se está encargando de las investigaciones preliminares, Cristina Di Censo. La magistrada rechazaba así la petición avanzada por los abogados del detenido, que habían solicitado trasladar temporalmente a su cliente, que padece un desequilibrio mental, a un hospital psiquiátrico.
La agresión se produjo el domingo por la tarde, cuando Tartaglia, de 42 años, lanzó una reproducción en miniatura de la Catedral de Milán al primer ministro, dándole en plena cara. Berlusconi fue inmediatamente ingresado en el hospital San Raffaele de Milán, con dos dientes rotos, una fractura en la nariz y heridas en la encía y en el labio.
Susto en el hospital
Sólo tres días después de la agresión sufrida por el primer ministro italiano, un nuevo susto ha sobresaltado a su cuestionado equipo de seguridad. Un joven que, según las primeras pesquisas, también podría padecer problemas mentales ha intentado entrar esta madrugada en la séptima planta del hospital, justo en la misma zona donde se halla ingresado Berlusconi.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Milán, el hombre, que tiene 26 años y es originario de Turín (al norte del país), dejó su coche en los aparcamientos del hospital y hacia las 2.00 horas de la madrugada fue bloqueado por los servicios de seguridad cuando intentaba acceder a la zona donde está 'Il Cavaliere'. Inmediatamente después, las fuerzas del orden condujeron al joven a la comisaría y le registraron. Los únicos elementos sospechosos que encontraron fueron varios bastones de hockey en su coche.
El alta médica, en el aire
Además de este incidente en los pasillos del hospital, la noche tampoco ha sido tranquila en la habitación de Berlusconi, que ha pasado muy mala noche a causa de los fuertes dolores de cabeza y las molestias en el cuello que está sufriendo, según ha explicado el subsecretario del Gobierno, Paolo Bonaiuti. Aunque inicialmente estaba previsto que recibiese el alta esta misma tarde, los médicos la han retrasado hasta mañana.
La decisión de prorrogar el ingreso del gobernante en el hospital ha sido tomada porque "perdura la sintomatología dolorosa, porque se han agudizado los dolores del cuello, porque presenta un edema en el rostro y porque sigue registrando dificultades para alimentarse", ha explicado su médico, Alberto Zangrillo.
Como todas las mañanas, el 'premier' se despertó bastante temprano y lo primero que hizo fue leer la prensa. "Le estamos intentando mantener al margen de las querellas políticas" ya que los médicos le han prescrito 15 días de reposo. Sin embargo, esto será una especie de "misión imposible", admitía Bonaiuti. El subsecretario ha asegurado que no se ha comentado con el mandatario la actualidad política ni el duro enfrentamiento que se vivió ayer en la Cámara de los diputados. Respecto a la recomendación de los médicos de estar al menos dos semanas en total reposo, Bonaiuti ha admitido que "no será fácil". "El presidente es una máquina de trabajo, un volcán que se enciende a las 7 de la mañana y se apaga a las 2 de la madrugada. Pensar en obligarle a estar tranquilo es una trabajo titánico, tendríamos que atarle a la silla", ha explicado.