Puyol abraza a Ibrahimovic tras marcar el penalti. :: REUTERS
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Un polémico penalti salva al Barcelona

La ausencia de Messi pesó demasiado a un equipo que siempre se sintió incómodo ante los periquitos y en el que sólo brilló el sueco Zlatan Ibrahimovic marcó el gol del triunfo sobre un Espanyol que hizo sufrir al líder azulgrana

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Igual que sucedió en las tres últimas temporadas, dos con Rijkaard y una con Guardiola, el Espanyol volvió a incomodar al Barça en el Camp Nou, pero en esta ocasión no puntuó. Durante muchos minutos le tuvo contra las cuerdas, pero decidió un penalti de Baena a Xavi inexistente para algunos, dudoso para otros, pero totalmente riguroso. Ibrahimovic lo transformó y, como en el clásico ante el Madrid, dio tres puntos de oro.

El Barça añoró demasiado a Messi. Desde el primer momento el Espanyol presionó muy arriba, con desparpajo y descaro pese a las bajas de hombres importantes como los dos últimos verdugos del Barça en el Camp Nou, Tamudo y De la Peña, además de Moisés, David García y Marqués. Al Barça le costó construir desde atrás y no encontró las líneas de pase. Incluso la primera oportunidad del encuentro, a los pocos segundos, fue de Corominas, que disparó alto.

La mayor calidad individual de jugadores como Ibrahimovic decantó poco a poco la balanza. El sueco se sacó de la manga un repertorio exquisito de asistencias a sus compañeros de espaldas a portería, pero Henry perdonó ante Kameni y Maxwell no encontró portería. También Pedro pudo marcar tras robar un balón a Chica, pero le faltó calma. El Espanyol, siempre bien colocado, dio otro susto con 0-0 con un trallazo lejano de Verdú que Valdés sacó de la escuadra.

El líder no acababa de cerrar el partido. Y tuvo suerte porque antes del descanso Iturralde González aplicó el reglamento a rajatabla para sancionar con penalti un leve agarrón de Baena a Xavi. Algo hubo, pero el vasco fue muy riguroso. Ibrahimovic, en ausencia de Messi, acribilló a Kameni con potencia en la transformación.

Con el 1-0 Pochettino dio entrada a Javi Márquez y Callejón por Baena y Verdú. El Espanyol aumentó su agresividad. Con dureza y amor propio incluso llegó con peligro a la portería de Valdés con centros desde la línea de fondo que obligaron a Piqué, Touré y Maxwell a sacar el esférico del área pequeña.

Con Xavi e Iniesta tapados y Touré muy espeso, hasta Ibrahimovic, con una amarilla a cuestas, acabó sustituido porque estaba cayendo en las provocaciones de los argentinos Pareja, Forlín y Roncaglia, siempre pillos en esos asuntos. El encuentro acabó sin brillo, de lío en lío por alguna entrada a destiempo, pero también sin más goles para alegría del Barça, líder, y desgracia del Espanyol, que se acerca a la zona de descenso.