Dos guardias civiles que fueron retenidos en Gibraltar identifican a los narcos
Los traficantes, que huyeron al Peñón, son dos gallegos vinculados a los clanes de la droga; uno de ellos acababa de salir de la cárcel
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl olfato policial no les falló a los cuatro guardias civiles que, a bordo de una embarcación del Servicio Marítimo, persiguieron a dos sospechosos el pasado lunes hasta tocar suelo gibraltareño y provocar un nuevo conflicto diplomático. Los dos individuos que se adentraron hasta la colonia británica con el fin de burlar a los agentes del Instituto Armado son dos traficantes gallegos, vinculados a los clanes de la droga que manejan este negocio en Galicia. Uno de ellos, además, acababa de salir de la cárcel y habría regresado a la actividad antes de verse envuelto en una polémica que nada tiene que ver con el narcotráfico.
Dos de los cuatro guardias civiles que fueron retenidos durante unas horas por autoridades gibraltareñas el pasado lunes volvieron a viajar ayer por la tarde a la colonia. Habían sido citados por la Royal Police para que identificaran en una rueda de reconocimiento a los dos sospechosos que habían perseguido. Además de señalarlos como las personas que trataron de esquivarlos en una neumática, tipo zódiac, les pusieron nombre y apellidos.
Se trata de Francisco Javier O.M., de 40 años y natural de la localidad pontevedresa de O Grove; y José Antonio F.O., de 32 años y nacido en Vilagarcia de Arousa, también en Pontevedra. El primero había salido de la cárcel la semana pasada. Su largo historial delictivo, con numerosos antecedentes por narcotráfico, lo relacionan con el clan Los Rubios, que se dedica al tráfico de cocaína y hachís.
En el momento del arresto no le encontraron nada en el interior de la embarcación que tripulaban. La nave fue detectada por las cámaras del Sive. Sus características y la forma de navegación coincidía con los transportes de los narcos. Eso fue lo que levantó las sospechas de los agentes, junto a las maniobras evasivas que realizaron los sospechosos cuando vieron que tenían a la Guardia Civil encima.
Por ahora, las autoridades gibraltareñas han decretado prisión eludible con fianza de 5.000 libras, que en el día de ayer los sospechosos aún no habían depositado.
Desde la Royal Police también se quiso zanjar ayer si hubo aviso o no de los agentes españoles cuando se adentraron en terreno británico. El comisario de la colonia, Louis Wink, dijo que es «totalmente infundado e incierto» que hubiera «señales acústicas o luminosas». Según Wink, la Policía del Peñón tuvo conocimiento de la presencia de los guardias civiles en el puerto a través de la llamada de un particular de la zona de Harbour Views, hasta donde llegó la embarcación española. «Los agentes estaban en estado de 'shock'. Uno de ellos me dijo: lo siento señor comisario, creo que nos hemos metido hasta la cocina».