Del 'museo' de las colonizaciones a la puesta en valor de la enogastrología

No hay nada más atractivo en estos tiempos de otoño en Jerez que dedicar una jornada del fin de semana a comer en uno de los mostos que se extienden por la zona rural y en los que la relación de la comida con el mundo del vino y de la viña es mágica y exquisita.

Por eso, para el Grupo de Desarrollo Rural de Jerez, la enogastrología supondrá la puesta en valor del patrimonio cultural ligado a esos establecimientos de restauración (ventas, ventorrillos, mostos), a los que se reconocerá su ardua labor de mantener las costumbres tradicionales, incorporando sus propuestas gastronómicas a la oferta turística.

Así, se hará un inventario de las ventas en el que no sólo se descubrirán los platos tradicionales de la cocina de la zona, sino el paisaje que los alumbró.

Éste es uno de los proyectos más ambiciosos de la Iniciativa de Turismo Sostenible, que también tiene un importante pilar en el Centro de Exposiciones y Estudios de las Colonizaciones de Guadalcacín. Es una iniciativa que tiene como objetivo la recuperación del patrimonio etnográfico y memoria histórica de los pueblos de colonización que se crearon en España en el siglo XX y sobre todo a partir de los años 50, y será el primer enclave de estas características de España.

De este modo, un fenómeno colonizador tan relevante como el ocurrido a nivel nacional en los años 50 y 60 tendrá por primera vez un lugar para su estudio, conocimiento y difusión.

Habrá dos grandes líneas para la puesta en marcha del centro: construir el edificio y las infraestructuras básicas; y los contenidos y el proyecto museográfico.