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Los concejales descubren la Villa desde una silla de ruedas
Bordillos sin un 'rebaje', rampas supuestamente accesibles y el propio manejo del 'carrito' plantean las principales dificultades a los ediles Varios políticos participan en la ruta por calles del centro
PUERTO REAL. Actualizado: GuardarLa idea era concienciar sobre las barreras arquitectónicas con que se encuentran las personas en sillas de ruedas, pero seguro que los políticos participantes en la ruta con motivo del Día de la Discapacidad comprobaron en su propia piel las dificultades cotidianas de este colectivo.
«Los 'riñoncitos' os van a doler mañana», les adelantaban los miembros de la asociación Las Canteras a los concejales, ya sobre las sillas, en la Plaza de la Iglesia.
El primer obstáculo aparecía nada más empezar, en la calle Cruz Verde, con una acera por la que no cabía el «carrito». La calle se empinaba, y más de uno pedía ya la ayuda de alguien que le sujetase.
Tras girar hacia la calle Teresa de Calcuta, alcanzan la de La Palma. La primera teniente de alcalde, Ana Mosquera, se atreve a subir a una acera que parece 'rebajada'. Choca con un peligroso escalón. «Tú lo has visto bien, pero 'desde arriba' te parece fácil», comentan desde la asociación de discapacitados.
El próximo desafío es la rampa de un videoclub en teoría accesible. El responsable de Juventud, Sergio Parodi, a media subida pide ayuda: «¡Me caigo de espaldas¡», experimenta ante el desnivel.
Cerca de la Parroquia, una nueva contradicción: local adaptado, bordillo insalvable. La responsable de Servicios Sociales, Rocío Fernández, se hiere con su silla. Más adelante, los cajillos de una frutería estrechan el paso. Es lo mínimo, porque hay suerte: «Ahí había aparcado un coche sobre la acera; si nos lo llegamos a encontrar, tendríamos que dar la vuelta entera», se lamenta otra integrante de Las Canteras, que marchan a casa con la esperanza de que esta sensibilización sirva por fin para algo.