Empleo atenazado
La indefinición y las resistencias a la reforma impiden el reajuste del mercado laboral
Actualizado: GuardarLa comparecencia del presidente Rodríguez Zapatero para presentar ante el Congreso el anteproyecto de ley de Economía Sostenible confirmó ayer el poco entusiasmo que suscitan medidas que pueden contribuir a una mayor racionalización y eficiencia de la actividad productiva, pero que por sí solas difícilmente adelantarán la fecha de la recuperación en España. Además, el afán por integrar en una misma norma legal iniciativas de tan diversa naturaleza limita la posibilidad de pormenorizar en aspectos que podrían ser claves tanto para la sostenibilidad de la economía, como para su competitividad. Pero el propio debate parlamentario puso en evidencia que los factores diferenciales que sitúan a España a la cola de la reactivación de los países de nuestro entorno -el desempleo, que acaba de marcar un nuevo récord, y el mercado laboral-, siguen siendo un asunto atenazado entre las resistencias a la reforma y la indefinición de quienes la promueven reduciéndola al abaratamiento del despido. Cualquier modificación de las normas que rigen el mercado de trabajo no sólo ha de ser contrastada con los agentes económicos y sociales, sino que lo más conveniente es que sean éstos quienes fomenten el consenso. De ahí que resulte lógico que el Gobierno eluda pronunciarse sobre eventuales cambios en el mercado laboral a la hora de elaborar su anteproyecto de ley. Pero la permanente remisión de una cuestión tan crucial al previo acuerdo entre empresarios y sindicatos tiende a convertirse en subterfugio para evitar el problema. En la sesión parlamentaria de ayer, el presidente del Gobierno aparentó mostrarse dispuesto a abordar tan delicado tema, pero poniendo condiciones que, en la práctica, impiden hablar siquiera de reforma. Si Rodríguez Zapatero parte del principio de que los derechos laborales son intocables, y los agentes sociales interpretan dicho compromiso de forma estricta, resulta imposible encarar no ya eventuales cambios en la legislación. También, incluso, la introducción de cláusulas más flexibles en el marco de la negociación colectiva.